El chofer de la línea K que fue baleado en la cabeza durante la tarde del pasado jueves sigue peleando por su vida en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Según informó el último parte médico, el hombre de 39 años está en terapia intensiva e inestable, por lo cual es considerado un paciente de riesgo.

En el parte médico de este sábado, la directora del HECA, Andrea Becherucci, indicó que el paciente “continúa terapia intensiva con asistencia mecánica, sedado y con suministro de drogas para mantener la presión”.

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“Está inestable, lo cual lo condiciona a ser un paciente de riesgo. Parte del tratamiento de esta gran inflamación de tejidos cerebrales y medulares es ese. No se lo puede evaluar neurológicamente, se evalúan reflejos nada más que muestran algún grado de alteración”, indicó la médica.

Y completó: “No hablamos de posibles secuelas sino de riesgo de vida, es minuto a minuto. La familia pudo entrar a verlo”.

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En tanto, Becherucci aclaró que la bala –que no salió del cuerpo del conductor– se encuentra debajo de la piel, y aseguró que “no es motivo de preocupación ni de que este molestando en este momento”.

Marcos fue baleado el pasado jueves en la zona de Mendoza y Méjico, cuando un sujeto hizo señas al colectivo en la parada y, al subir al micro, le efectuó un disparo en la cabeza. Por esta situación, la UTA Rosario determinó un paro en el sistema de transporte que comenzó en la noche del jueves y se extiende, de momento, hasta la tarde del sábado, con posibilidad de que continúe durante el fin de semana.