Los adultos mayores deberán gozar de atención prioritaria en establecimientos públicos y privados que presten atención al público en cualquier forma y modalidad.

A partir de una ordenanza aprobada en forma unánime en el Concejo municipal días atrás (impulsada por la edila de Pro Renata Ghilotti) se suma así a personas de la tercera edad a las mujeres embarazadas y con necesidades especiales (reconocidas por una ordenanza anterior, la N° 7.964 de 2006) a este beneficio.

Bancos, empresas prestatarias del servicio de salud, supermercados, comercios minoristas y mayoristas, cines, teatros, restaurantes, entre otros, deberán así dar prioridad de los “abuelos” en la atención, así como informar en forma clara y visible en dichos espacios esta disposición.

A modo de ejemplo y para marcar el camino, todos los establecimientos públicos municipales (edificios, oficinas, dependencias, entes, centros de distrito y otros) también deberán adoptar estas pautas, probablemente antes que los privados, que se irán acoplando.

El proyecto complementa otro de 2006, que ya establecía la preferencia en la atención para a futuras mamás, y personas con necesidades especiales, ya que “el adulto mayor también debe gozar de cierta consideración, por sus condiciones de edad y físicas que hacen que no puedan realizar ciertas actividades en comparación con otras personas más jóvenes”.

Además, también se fija el número preciso de cajas o puestos en cada local destinados a esta tarea.

Los establecimientos privados de concurrencia masiva, supermercados, hipermercados,
autoservicios, megamercados, o cualquier otra denominación que adopten, siempre que superen los 200 metros cuadrados de superficie, deberán contar con un 20% de cajas destinadas a la atención prioritaria establecida en la presente ordenanza.

En el caso que cuenten con menos de cinco cajas, deberán tener como mínimo una destinada a la atención prioritaria.

Las largas filas en dependencias estatales o bancos, entre otros comercios, suelen verse  y muchas veces las personas mayores sufren el doble esta espera y el tedio, por lo que se estima que la medida será acogida con alivio entre los beneficiarios, siempre y cuando se cumpla de modo correcto.

Según comentó la concejala Ghilotti, autora del proyecto, la norma busca a un «cambio cultural» relacionado con el respeto a los adultos mayores y también de solidaridad con quienes necesitan una atención prioritaria.