Con los estallidos populares en Chile y Ecuador, más el golpe de estado en Bolivia y situaciones como las que vive Nicaragua, el contexto socio-político latinoamericano vive sin dudas su etapa más agitada en décadas. Ante esta situación, este miércoles se realizó un conversatorio en el Centro Cultural La Toma, para debatir sobre los desafíos actuales del continente y sobre la posición argentina en este presente.

El evento contó con un panel integrado por Ester Torrico Peña (cónsul de la República Plurinacional de Bolivia), Priscila Castañeda (militante y residente chilena), José Giavedoni (politólogo, secretario adjunto de Coad e integrante de la Cooperativa Cultural Inga), Norma Ríos (presidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos nacional) y Humberto Vial (exiliado político chileno).

26 días de protesta

En diálogo con Conclusión, Humberto Vial y Priscila Castañeda, militantes chilenos que actualmente residen en Rosario, brindaron su parecer sobre la situación que se está viviendo en su país natal, con la preocupación de las noticias que llegan desde aquel lado y la esperanza de ver al pueblo que protesta y no se rinde.

En el caso de Vial, él fue exiliado político de su país en 1973, cuando Augusto Pinochet tomó el poder tras el golpe de estado realizado a Salvador Allende. Consultado por este medio, expresó que la situación de su país le causa “varios sentimientos juntos”.

“Por un lado, se vive con mucha pena por los muertos, por las compañeras violadas, los compañeros torturados, por los compañeros que han tenido estas lesiones graves oculares. Muy tristes por todo eso. Pero por otro lado, también hay una gran esperanza en lo que está haciéndose en Chile, con gran alegría de ver un pueblo que no se rindió, que sigue en la lucha. 26 días de lucha, y la cosa sigue. Vamos a llegar al mes y la gente no abandona la calle. La gente sigue insistiendo en la renuncia de (Sebastián) Piñera, pidiendo constitución ya y Asamblea Constituyente, porque una constitución que no se discuta a nivel de toda la gente, no nos sirve. Una constitución emanada del Congreso, de acuerdos entre el Congreso y el Gobierno, realmente no sirve para nada”, expresó Vial.

 

Castañeda, por su parte, manifestó que desde que inició el estallido en Chile, el 18 de octubre, “ha sido muy difícil poder sobrellevarlo”, ya que es día a día y “las noticias que vienen desde Chile nunca son muy alentadoras”.

No obstante, aclara que por parte de la comunidad chilena en el exterior están todos de acuerdo en que “la lucha es correcta, es justa”, y que es por “tantos años de humillación, casi medio siglo (los 18 años de dictadura más los 30 años que vinieron con esa democracia tutelada por los militares)”.

“Por eso no nos parece raro que los militares hayan tomado la calle nuevamente, porque Chile siempre fue así. Nunca fue una democracia que se podría haber entendido como la argentina, donde la gente se puede expresar libremente y sabe que va a llegar a su casa porque ejerce el derecho a esa expresión y ese reclamo. En Chile el que reclama es golpeado o encarcelado”, sostuvo la militante chilena y actualmente estudiante en Rosario.

“El tema es que en este momento se endurecieron las medidas, y Piñera primero pasó de declararnos la guerra y decir que él sacaba todos los efectivos por esa situación, contra un pueblo que está totalmente desarmado, a sacar ahora más carabineros a la calle, donde nosotros sabemos que al punto en que vamos… toda la gente que está pegada en la pared (NdR: señala un muro de La Toma donde están las fotos de los chilenos asesinados desde que iniciaron las protestas) no son militantes sociales, son vecinos comunes y corrientes que salieron a la calle, a su trabajo, a dejar a su hija a la escuela, y no tienen nada que ver con la militancia política”, narró Castañeda, para luego continuar con que “la única respuesta que existe es que salieron a cazar gente y sembrar el miedo, el terror”.

En ese mismo sentido, sostuvo que es por eso que los chilenos que están en el extranjero llevan adelante una campaña fuerte para tratar de generar desde los organismos el repudio constante, ya que entienden que es la única manera de que el presidente Sebastián Piñera termine con la represión.

“Esa es la situación en la que estamos viviendo todos los chilenos, y cada noche que pase de aquí en adelante, después de las declaraciones que hizo anoche, van a ser más complejas para cada uno de nosotros”, cerró.

 

El rol argentino

Por su parte, la presidenta nacional de la Apdh, Norma Ríos, se refirió a “la respuesta extraordinaria” que ha dado el pueblo argentino, ya sea por las movilizaciones chilenas como las ecuatorianas (donde viajó una representante del organismo) o por el golpe en Bolivia, recordando incluso las movilizaciones dadas en este país a raíz del golpe de 1973 en Chile.

“Lo cierto es que no podemos hablar hoy solamente de Bolivia, de Chile, de Ecuador, porque sino es como que hablamos de Bolivia y nos olvidamos de Chile y Ecuador, o hablamos de Chile y nos olvidamos de Ecuador”, expresó Ríos.

En ese sentido, aseguró que mientras en Latinoamérica “todavía estamos buscando justicia por el genocidio del Plan Cóndor 1”, desde su organismo hace tiempo se viene denunciando la aplicación de un Plan Cóndor 2.

La Apdh hace tiempo venía denunciando que estamos viviendo un Plan Cóndor 2, distinto, con otras características, donde todavía nos ponían un (Jair) Bolsonaro, un (Mauricio) Macri, un Piñera, un Lenín Moreno, y ni hablar de Colombia o Haití, la adorada isla olvidada y mutilada desde hace un montón de años, pero parecía que venía con una nueva forma. Lo de Bolivia está demostrando que no sólo vienen con estas formas de los presidentes títeres de Estados Unidos, sino que además vienen con la ferocidad propia del fascismo con muertes, torturas, desaparecidos, violaciones, otra vez en nuestros países de América Latina”, explicó la presidenta nacional de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

A su vez, la importancia que esto tiene en Argentina, a un mes para que se realice el cambio de Gobierno, es que notan que hay un avance salvaje en la región que puede poner en peligro ese gobierno constitucional a futuro. “Hemos sobrevivido, y lo digo con orgullo”, finalizó Ríos, contando que su organización fue una de las primeras que denunciaron que lo de Bolivia fue un golpe de Estado y que cuentan con el vicepresidente de Evo Morales, Álvaro García Linera, como socio honorario de la Apdh, condición que le otorgaron hace tres años en Santiago del Estero.

 

Finalmente, Sergio Marioni, trabajador del Centro Cultural La Toma, también tomó la pregunta de qué es lo que va a ocurrir con la Argentina, un país con fuertes precedentes de golpes institucionales.

“Creo que nosotros tenemos que estar alertas a eso, porque muchos compañeros creyeron que ya con ganar las elecciones bastaba, y no basta. No hay que quedarse tranquilos porque sabemos que ganamos. Es un paso que se dio. Tal vez fue una señal de la gente de querer que el gobierno se transforme en otra cosa, pero con lo que está pasando en Chile, en Bolivia, nosotros no nos podemos quedar quietos ni tranquilos y hay que salir a discutir, hay que debatir mucho con los trabajadores, con organizaciones sociales, y que nuestros dirigentes políticos entiendan y vean el peligro latente que es que la derecha haya armado una masa crítica. Es un peligro latente que la derecha tenga una masa social de sustentación, que es la que va a salir a hacer los piquetes contra este gobierno”, expresó de cara al futuro.