Por Gisela Gentile

Carta abierta al Sr. Pablo Javkin, Intendente electo de la ciudad de Rosario.

Mediante la presente, quisiéramos comunicarle que somos un colectivo de personas con discapacidad (PCD), personas con diversidad funcional (PDF), familiares, amigos, ONGs y trabajadores del ámbito de la discapacidad que militamos por los derechos humanos de las PCD o PDF en pos de una plena participación ciudadana.

Como colectivo creemos firmemente, en línea con lo planteado en la convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (CDPD), y en sintonía con el paradigma que plantea el modelo social, que son las distintas barreras físicas, comunicacionales, actitudinales, culturales y sociales las que nos discapacitan.

Desde hace más de treinta años nuestra ciudad cuenta con una vasta normativa en materia de discapacidad o diversidad funcional, que establece derechos a favor de nuestro colectivo y obligaciones del Estado que deben verse reflejadas en sus políticas públicas…..>

Este es solo un fragmento de la carta enviada por el colectivo de personas con discapacidad, la misma está dirigida al intendente electo Pablo Javkin, con el fin de obtener alguna respuesta en torno a la compleja situación que están atravesando.

Conclusión dialogó con Marina Piemonte, quien tiene una discapacidad visual y actualmente es parte del colectivo de personas con discapacidad autoconvocada.

El objetivo es que la carta llegue al intendente electo Pablo Javkin, con la intención de que nos otorgue una respuesta en torno a que se va  hacer con la situación de la personas con discapacidad. Estamos atravesando momentos muy difíciles, la crisis económica implica que no haya trabajo, sumado a que no existen políticas públicas y los centros de salud a los que asistimos, no cuentan con los medicamentos que necesitamos”.

La crisis ha calado hondo en las vidas de todos los argentinos, pero aún más en aquellos que padecen algún tipo de discapacidad, “actualmente está muy difícil todo, a una persona de por si se le complica para conseguir trabajo, ir al hospital, que le den medicamentos o tramitar alguna pensión, imaginate lo arduo que es para aquellas que tenemos alguna discapacidad”, enfatizó.

“No tener un trabajo digno implica no llegar a fin de mes para poder sobrevivir, en mi caso particular, estoy desempleada. Si bien envió vía mails y personalmente CV, tanto a Cold Center como empresas o al mismo Estado, la respuesta es que no tienen puestos disponibles y que está todo frenado”.

La posibilidad de gestionar alguna asistencia estatal también se complejiza cuando es sistema no es ágil, “comencé a tramitar una pensión pero el sistema no funciona, o directamente te mandan a hacerlo por internet, pero no dejo de preguntarme qué hacen aquellos que no tienen acceso a esa red inalámbrica”, dijo preocupada Marina.

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“La crisis que estamos atravesando no solo nos afecta a nosotros, sino también a nuestros familiares, no todos cuentan con pensiones y los recursos económicos no alcanzan para mantenernos o satisfacer nuestras necesidades. Lo anteriormente citado, también abarca el hecho de no tener obra social, lo cual implica no poder llevarlo al médico o comprar remedios. El hecho de no poder acceder a las prestaciones básicas de salud, acarrea no contar con la posibilidad de rehabilitaciones, acompañamientos terapéuticos, psicólogos, que a su vez también, están precarizados y no están cobrando”.

El colectivo que agrupa  las personas con discapacidad, no solo reclama el acceso a una fuente laboral, sino también la precarización a la que están expuestos. “Aquellos que logran conseguir trabajo tienen un sueldo mínimo que siempre es inferior  a aquellos que no tienen discapacidad. Aquella minoría que cuenta con la suerte de formar parte del circuito laboral, está en riesgo de que los despidan, ya que a las empresas y el Estado no les conviene tener una persona con discapacidad”.

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Actualmente existe una ley que beneficia a los empresarios que tomen a personas con esta condición, “lamentablemente pese a que existe dicha ley, a los empleadores les conviene contratar a personas sin discapacidad”, concluyó.

Muchas son las personas con ansias de obtener una respuesta favorable que les otorgue tranquilidad y el acceso a un trabajo digno. Ahora será el nuevo intendente electo, quien deberá escuchar estos reclamos, y centrar su mirada en esta población extremadamente vulnerable.