“Esto es una cuestión politizada. Hay que remontarse al momento en que inicié mi gestión como fiscal regional. Gano el concurso legítimamente más allá de que muchos hayan dicho lo contrario. Ahí empieza una campaña de desprestigio hacia mi persona. No me puedo remontar solo a lo que pasó la semana pasada”.
Las declaraciones corresponden a quien hasta hace pocos días se desempeñara como fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, quien es ahora investigado en la Justicia en una causa en la que se lo acusa, junto al (ahora detenido) fiscal Gustavo Ponce Asahad y un colaborador de éste (Nelson Ugolini), de haber diseñado un plan delictivo cuyo objetivo era recibir dinero del empresario Leonardo Peiti a cambio de brindarle información reservada sobre causas y procedimientos en su contra.
“Antes de que esto saliera a la luz, tres o cuatro días antes de que se sepa en los medios, me piden la renuncia (el fiscal general de Santa Fe, Jorge Baclini), sin fundamento jurídico alguno. Se me está reprochando que compré dos vehículos en su momento, con ingresos míos y de mi señora, a través de un crédito y a precios de mercado”, se defendió Serjal en una entrevista concedida al noticiero de canal Tres de Rosario.
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“Lo que se ha difamado en estos días realmente me preocupa”, agregó el ex funcionario público, quien esta semana quedó fuera del Poder Judicial y el martes será citado a una audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal.
En ese mismo edificio, el pasado martes la jueza Eleonora Verón dispuso la prisión preventiva para el fiscal Gustavo Ponce Asahad, quien además fue imputado junto a su secretario, Nelson Ugolini, acusados de exacciones ilegales, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Con respecto al ex fiscal regional Patricio Serjal, el fiscal Luis Schiappa Pietra (quien comanda la investigación junto sus pares Matías Edery y Gisela Paolicelli) comentó: “No podíamos avanzar con la imputación porque hasta ese momento contaba con las garantías que otorgan el cargo que ocupaba”.
Para el ex fiscal regional, la acusación va a ser similar a la de Ponce Asahad. Es decir, también se pedirá la prisión preventiva.
“Capaz que me quieran meter preso, no sé por qué, no tienen elementos, siempre estuve a disposición. He pedido que se investigue. Irme no me voy a ir a ningún lado. Lo resolverá el juez, si hay un pedido pero creo que no hay motivo alguno”, dijo Serjal.
Causa y consecuencias
Respecto a la causa, que al implicar a funcionarios del Ministerio Público de la Acusación (MPA), es de una gravedad institucional superior, los fiscales Schiappa Pietra y Edery habían señalado que “indudablemente” se había quebrado “la credibilidad en la institución”.
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En ese sentido, en su aparición pública de este martes, Serjal consideró que se trata de una causa que “arranca con una persona, un arrepentido, que a la vez es imputado, tiene intereses (NdeR: en referencia a Leonardo Peiti, cuyas declaraciones decantaron en el avance del proceso judicial en los últimos días)”.
“No lo conozco a este señor, nunca lo vi. No intervine en ninguna causa, ni dando protección ni nada. Su abogado se reunió con el fiscal general (Baclini), después con fiscales de la causa, después va y dice que es arrepentido, que me vio una o dos veces y se va en libertad. Ojo, porque son mecanismos que jurídicamente hay que chequearlos: testigo arrepentido y demás, y así se arma una causa”, se explayó el ex fiscal regional.
Y agregó: “Sinceramente lo que se dé la causa es poco, no era de meterme y decirle a los fiscales que me cuenten todo, sino que investigaran. Si ellos dicen que tienen pruebas de algo, las presentarán. Pero desconozco de qué están hablando”.
Una de las fechas claves para la investigación es el 14 de noviembre de 2019, cuando el ex fiscal regional se alojó en el hotel Etoile -en la Ciudad de Buenos Aires- y señalan que se reunió con Peiti para indicarle el cumplimiento periódico de la cuota a abonar y el aumento de la misma.
Saltando algunos tramos de la investigación, el 16 de junio de este año, Serjal concurrió al Organismo de Investigaciones y observó un diagrama de estructura criminal, el cual seguía los pasos de una asociación ilícita integrada por distintas personas, entre ellas Peiti. Días más tarde, repetiría la visita acompañado de Ponce Asahad y sugeriría que el empresario era una víctima en este delito.
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Según la investigación, Serjal y Ponce Asahad le habrían advertido a Peiti sobre esta investigación y le avisaron que posiblemente su teléfono sea intervenido, por lo que le recomendaron dejar de utilizarlo y le pidieron 100.000 dólares para evitar que prospere esa causa en su contra y, por el contrario, presentarlo como una víctima.
Respecto al encuentro señalado entre él y el empresario Leonardo Peiti en la capital del país, Serjal apuntó: “He ido varias veces a Buenos Aires. Pude haber estado en hoteles que él estuvo sin conocerlo, sinceramente no lo sé, siempre estuve a disposición de la Justicia. Me parece que se están tomando cosas que van enganchando y con eso se quiere armar algo, con suspicacias que puedan llegar a tener. Yo no se lo que han hecho Ponce Asahad o Ugolini, desconozco”.
