Por: Jennifer Hartkopf

Mariano Savia, jefe retirado de la Policía de Santa Fe, de larga trayectoria y experiencia en materia de seguridad, habló en exclusiva con Conclusión sobre la actual situación que enfrentan los rosarinos día a día en ese aspecto. Qué debería mejorarse, cómo se recupera la tranquilidad en las calles, corrupción policial, hechos violentos, Fuerzas Federales, problemas de fondo y posibles alternativas. ¿Qué piensa de las políticas de seguridad de los candidatos presidenciales? Todo eso y más en esta entrevista especial.

-Teniendo en cuenta su experiencia profesional, ¿considera que fue una propuesta acertada, por parte del gobierno provincial, la implementación de la Policía de Acción Táctica, de Investigaciones, Comunitaria y de Seguridad Vial?

-Fue una política totalmente equivocada porque atomizó a la institución policial, la dividió. La policía tiene que ser una. De la misma manera que siempre he sostenido que tiene que haber una policía nacional contra el narcotráfico, creo que tiene que haber una policía provincial única. Estos proyectos de policías municipales no hacen más que dividir y en épocas de carencia lo que hay que hacer es unir. Si nosotros tenemos una policía de 22.550 hombres y la dividimos en siete u ocho policías tenemos varias policías con un sistema de muy reducida actuación.

-Además de lo que acaba de mencionar sobre que las distintas ‘dependencias’ policiales deben estar unificadas ¿encuentra alguna otra falencia a este modelo?

-Estas nuevas policías que se crearon no dependen del personal policíal sino que dependen de funcionarios civiles. Y yo sostengo que la seguridad es un asunto demasiado serio para que la quieran llevar a la práctica los civiles. El jefe de policía ha quedado reducido a un funcionario con actitudes solamente protocolares, que asiste a los actos pero no conduce a la totalidad de la policía, cuando  precisamente debería ser el encargado de eso, de la total conducción policial.

-Puntualmente sobre la proximidad que intenta ofrecer la Policía Comunitaria hacia los vecinos, ¿qué opina? ¿Cree que es efectiva?

-La verdadera policía de proximidad es la comisaría. Con la Policía Comunitaria se equivocó el camino porque esos hombres salieron de la policía de la provincia de Santa Fe, o sea que fuimos vaciando las comisarías y en este momento tenemos una comisaría céntrica con 30 hombres en tres turnos, o sea que si se divide, le quedan 10 por lo que no pueden siquiera salir a patrullar. Las comisarías prácticamente han desaparecido y dejaron de ser el núcleo de atención del vecino, esa es la relación con la comunidad.

-¿Qué piensa sobre la llegada de las Fuerzas Federales a la ciudad y alrededores?

-¿A usted le parece que 700 hombres de la Policía Federal pueden suplantar a 22.500 de la policía provincial? ¿Sabe por qué buscamos a la Gendarmería y a la Prefectura? Porque tienen exactamente la misma estructura operacional que tuvimos nosotros hasta el año 1998 que fui jefe de policía. Porque esa es la única manera de poder conducir la policía: con un jefe que manda, un subjefe, un estado mayor general, que es un órgano de asesoramiento y después las distintas divisiones. Porque para poder conducir una institución policial, hay que haberse subido primero a un patrullero, haber recorrido las calles, haber sido jefe de una comisaría teniendo a cargo 200 o 400 hombres y no llegar como estos especialistas en seguridad que no exhiben ningún título. Es como querer ser el director de redacción de un diario y no haber estudiado periodismo. Eso es lo que estamos haciendo ahora y las autoridades tienen que entender que tenemos que volver nuevamente a la organización clásica de la policía, tenemos que volver a la fuente, ver las policías exitosas del mundo y tratar de obtener algo de ellos. Porque acá lo que hemos hecho es tratar de implantar algunos sistemas de otros países que no tienen nada que ver con el nuestro.

-¿A dónde hay que poner el acento para mejorar el sistema de seguridad?

-Tenemos que buscar una policía que actúe en la prevención. La investigación exitosa es el más estrepitoso fracaso de la prevención. Es decir, ¿cómo reparo el bien jurídico tutelado una vez que se quebró? Y el bien jurídico tutelado en el homicidio es la vida. ¿Entonces, cómo devuelvo la vida por más que descubra quién es el autor? Tenemos que buscar modelos que nos permitan prevenir estas cosas. Yo aspiro a volver a tener ese policía que conocía la ciudad, porque fuimos eliminando figuras elementales de nuestra actividad social, como es el agente.

-¿A qué se debe tanta inseguridad en la calles?

-La inseguridad es consecuencia de la falta de fe y yo le agrego falta de fe en las instituciones, porque si no tenemos fe en la institución policial y en la Justicia ni siquiera nos acercamos, sino que por el contrario, lo vemos como un enemigo. Y eso nos lleva a lo que está ocurriendo que es no hacer denuncias porque total no sirve, y así lo único que conseguimos es la impunidad del delincuente.

-Frente a este panorama que plantea, ¿cómo cree se recupera esa confianza, cómo se recupera la tranquilidad?

-Se recupera con una policía bien conformada, para eso es urgente una nueva ley de policía, con una nueva estructura. Y volver a restaurar la confianza que ocurrirá cuando se vea que vivimos en un ambiente de relativa seguridad. Lo que vale ahora es una nueva ley de policía porque la ley 12.333 aniquiló los institutos de formación y la ley 12.521 destruyó la organización policial y también los sistemas de jerarquías.

-¿Piensa que los hechos delictivos son cada vez más violentos?

-Las ciudades del mundo, así como la nuestra, se han ido poblando de una nueva clase que son jóvenes histéricos, desesperados bajo el impulso de la droga, bajo los estímulos del alcohol que hacen que haya una calidad distinta de delincuentes porque antes en un penal uno se encontraba con edad promedio de 40 años, ahora la edad promedio se ha reducido a la mitad. Antes el policía también se sentía con otra seguridad, porque sabía que el delincuente antes de disparar lo iba a pensar dos veces, ahora un jovencito dispara sin problemas.

-¿Por qué se produce la corrupción policial? ¿Influyen los salarios?

-Propongo la creación de colegios policiales o sindicatos o uniones, como prefieran llamarle. Si el policía forma parte de un sistema democrático lo vamos a democratizar más haciendo que pueda plantear claramente cuáles son las condiciones de trabajo que quiere. Que el policía pueda solicitar mejoras en su salario, en su sistema de seguridad social, en su equipamiento. Es decir, vamos a pedirle al personal policial que haga un sacerdocio de su carrera, tiene que ser así, pero también vamos a darle los medios económicos y materiales para que pueda llevar adelante su función. La disciplina parte de no tener pequeñas indisciplinas. Vamos a exigirle todo al policía pero a darle lo que merece también. Lo que pido para la policía es el mismo tratamiento que tenemos para los integrantes de cualquier gremio. Obligaciones pero también derechos. Dentro de esos derechos está que se les pague un sueldo digno, que no tenga  asignaciones en negro porque eso hace que tenga una mala obra social y que se vaya a frustrar la caja de jubilaciones en algún momento. En una provincia donde necesitaríamos 40.000 hombres tenemos 22.500. La Policía Federal trabaja por 6 horas, nuestro hombre por 18 y tienen un sueldo que ni siquiera se aproxima a lo que recibe la Policía Federal Argentina.

-¿Considera que la policía provincial se encuentra bien equipada?

-No. Tenemos que incorporar más medios, incorporar brigada aérea, tener un helicóptero sanitario, crear una división de médicos emergentólogos capaces de actuar en la emergencia. Tenemos que dejar de lado todo el sistema de comunicaciones que tenemos; tener un sistema de premios y castigos donde al personal policial se le permita poder hacer una petición respecto a sus condiciones de trabajo sin que eso se convierta en un motín. Pero también sancionar duramente a los que no hacen honor al uniforme.

-¿Qué ocurre a nivel de formación? ¿Piensa que el personal no está capacitado o a veces depende también del proceso de selección que se hace de los postulantes?

-Necesitamos una buena formación académica, operacional con la suficiente cantidad de equipo, comprar embarcaciones y con una conducción que realmente sea rígida y que esté en manos de técnicos. Hace algunos años en la escuela de policía se inscribían 3.000 postulantes y luego de los exámenes psicofísicos e intelectuales de formación y el secundario completo quedaban 100 o 150 nada más. Tiene que haber una buena selección porque no es cuestión de cantidad cuando no hay calidad. Ante esa necesidad imperiosa por preparar nuevos policías, como hace la policía bonaerense 11.000 hombres en un año, en 55 escuelas. Incorporamos personal tan rápidamente que ni siquiera se puede detectar problemas en una persona que sólo tiene 4 meses estudiándola.

-¿Considera que la policía está anarquizada?

-Si la policía estuviera anarquizada, no podríamos salir a la calle. Pero tenemos que volver a la estructura académica, porque eso era fuente de disciplina, de formación ética y moral. El lema era ‘mandar con honor’.  Lo que sí está es atomizada, entonces tenemos dentro de la estructura de mando algunos civiles que están permanentemente interviniendo dentro de la organización.

-¿Qué puede llevar a tener una buena institución policial?

-La formación de un oficial de policía tiene que ser como mínimo de tres años. Hay que reformular las jerarquías. Si los cargos son todos iguales primero se resiente la disciplina y segundo no se sabe cuál es el rol y las funciones de cada uno. Si hemos pedido el auxilio de las Fuerzas Federales como la fuerza salvadora, porque le tenemos confianza, lo que tenemos que hacer es tener una estructura bastante parecida a la que tienen esas fuerzas. Ha desaparecido la función preventiva de la policía. Hay que volver a instalar la presencia policial en las calles, como pasa en todas las ciudades del mundo. No hay otra manera, primero hay que tratar de evitar el problema, de correrlo y después sí investigarlo. Tenemos que retornar las pequeñas virtudes que después nos van a llevar al todo. El delito importante dejarlo a la jefatura de la policía de la provincia y a una comisión especial de narcotráfico y cambiar las leyes que ya son anacrónicas. Si hay verdadera voluntad se puede arreglar, no de hoy para mañana, no tiene menos de 5 años, pero tenemos que empezar con algo.

-¿Qué opinión le merece la Guardia Urbana Municipal, tantas veces cuestionada?

-Si tanto insisten con la policía municipal la GUM tiene que ser la policía municipal, una policía que se encargue de las pequeñas contravenciones. La policía municipal nunca puede suplantar a la provincial, pero vayan a buscar el ejemplo de Italia. Esa sería mi única interpretación.

-A nivel nacional, ¿qué crítica le haría a la política de seguridad implementada por los dos candidatos presidenciales?

-En materia de seguridad los dos cometieron grandes errores: uno instalar 11.00 policías que verdaderamente son la amargura de la policía tradicional porque no se puede preparar en meses a 11.000 policías ni hacer 30 escuelas de policías como han hecho. El otro creó una policía en Capital Federal que como era lógico de suponer no iba a tener el presupuesto necesario por lo cual quedó reducido solamente a algunas secciones y no pudo avanzar. La policía tiene que ser solamente una. Tal vez estas decisiones tienen que ver con los ministros de seguridad que han tenido.

-¿Qué propone a nivel nacional como medida a tener en cuenta en esta materia?

-A nivel nacional de manera urgente hay que crear una policía nacional antidroga con capacidad de movilidad. Rever la legislación con respecto al narcotráfico, porque no puede seguir funcionando de esta manera. Y crear más juzgados federales.

Además, Savia opinó sobre las posibles medidas a tomar para combatir el narcotráfico en el país y la provincia. Enterate qué dijo en el video.