El nivel de los ríos en la provincia de Santa Fe tras las crecidas es la preocupación de las autoridades. Así, mientras el Salado continúa descendiendo y en la mañana de hoy se encontraba en la marca de 6,05 metros, el Paraná permanecía estacionario en 6 metros, de acuerdo a las mediciones efectuadas por Prefectura Naval Delegación Santa Fe y el Observatorio de la Universidad Nacional del Litoral.

En tanto, la Agencia Provincial de Seguridad Vial informó que de acuerdo a los relevamientos realizados en diferentes puntos de las rutas y accesos del territorio santafesino no se registran novedades en las condiciones de transitabilidad y únicamente en la ruta provincial 6 continúa el corte total de circulación por agua en la calzada en inmediaciones al río Salado.

El segmento vial cortado es el comprendido entre las intersecciones con la ruta provincial 70 y ruta provincial 4, por lo que solicitan respetar las indicaciones de la Policía de Seguridad Vial.

Hoy la ciudad de Santa Fe amaneció a pleno sol, con clima fresco, lo que permite el escurrimiento del agua en las zonas anegadas y que muchos de las más de 2.500 personas evacuadas puedan pensar en el retorno a sus viviendas y ya realicen los primeros trabajos de lavado, pintura y acondicionamiento de sus muebles.

Por otra parte, una de las actividades más afectadas por las inundaciones fue el turismo, una importante fuente de trabajo en toda la costa santafesina.

El titular del área turística a nivel provincial, Martín Bulos, dijo en declaraciones a la prensa que la crecida del río afectó a los complejos de la zona costera, donde fue dañada la infraestructura de muchos complejos, produciéndose pérdidas entre un 50 y 60% mayores a años anteriores».

“El nivel de ocupación de la hotelería se redujo a un 30% en la temporada veraniega, y hoy en día toda la hotelería de la costa o del turismo de naturaleza está prácticamente vacía, sin ocupación”, puntualizó.