La brecha de precios entre lo que pagaron los consumidores y el que recibieron los productores agrícola-ganaderos en el campo fue de 4,59 veces durante junio, con un máximo de 8,1 en el caso de la naranja y un mínimo de 1,92 en el de la frutilla, según un relevamiento de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

El dato releva la diferencia de precios entre los 25 principales productos agropecuarios que se sirven en la mesa familiar, y fue apenas superior al de mayo, cuando la diferencia había sido de 4,5 veces.

Por otra parte, la participación del productor en el precio final de los productos bajó 4,9% en relación a mayo, al 25,5% del total.

Los productos con menor participación del productor en el precio final durante junio fueron la naranja, con el 12,3%; la pera, con el 12,5%; y el limón con una participación del 13,4%.

En cambio, en el caso de la frutilla, el productor se llevó el 52,2% del precio que pagó el consumidor, mientras que para la carne de pollo fue del 44,4%, y en la acelga el 44,3%.

«En general, las diferencias están determinadas por un conjunto de comportamientos, algunos especulativos de diferentes actores del mercado, básicamente de las grandes cadenas de supermercados que se abusan de su posición dominante en el mercado«, aseguró CAME en su informe publicado hoy.

A su vez, agregó que existen otros factores «como la estacionalidad, que afecta a determinados productos en algunas épocas del año, o los costos de almacenamiento y transporte».

Los datos del informe surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el sector de Economías Regionales de CAME, en base a precios diarios online de los principales supermercados del país, más de 700 precios de verdulerías y mercados para cada producto, y precios de origen de las principales zonas productoras.