Adrián Zeballos declaró ante el juez Carlos Vera Barros en los tribunales federales de Oroño 940. Y luego fue detenido por la causa de emisión de facturas apócrifas a empresas. El juez lo acusó de ser el encargado de la gestión operativa formando un grupo junto a Ricardo Astudillo y Cristina Ottaviano.

«Dichos comprobantes apócrifos eran requeridos por contribuyentes interesados en evadir impuestos a través de créditos fiscales o gastos ficticios. De esa manera, disminuían IVA o Ganancias», describen los investigadores.

El miércoles pasado se realizó una serie de allanamientos en los juez había dispuesto tras la detención de cinco personas, pero Zeballos no había sido encontrado, por lo que se presentó este viernes a declarar.

La investigación, que hace meses se desarrolla desde el Juzgado Federal N° 3 de Rosario, desbarató la organización que se dedicaba a la falsificación de comprobantes de compras y gastos, los que fueron adquiridos por más de 6.500 empresas y comercios de nuestro país.

Se estima que la organización defraudó al Estado Nacional por más de 2.500 millones de pesos en impuestos.

Los detenidos se dedicaban a “armar” empresas, las que luego de inscribir en Afip, eran utilizadas sólo para emitir “facturas truchas”. Las empresas falsas tienen como socios y directores a personas insolventes que identificaron en algunos casos a los organizadores de la maniobra.

Los acusados de integrar la asociación son Zeballos, Astudillo y Ottaviano, junto a Miguel Centeno, Lelio Serafini y Marcelo Liporaci. Todos fueron imputados en el Juzgado Federal N°3 en el marco de una asociación ilícita tributaria, y acusados de «conformar un grupo destinado a la creación de empresas y a la comercialización de facturas electrónicas y manuales».

El magistrado determinó que todos permanezcan detenidos hasta tanto se resuelva su situación procesal. La Afip también se constituirá como querellante en la causa.

Más de 30 allanamientos y 5 detenidos por fraude de más de $2.500 millones