Este miércoles, los fiscales Pablo Socca y Miguel Moreno denunciaron formalmente a su colega de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, Matías Edery por la «presumible comisión» de delitos de acción pública. La presentación se realizó tras la última jornada de la audiencia imputativa contra «Guille» Cantero y otras ocho personas acusadas de una serie de extorsiones y amenazas al dueño de una agencia de quiniela. En la la misma, los funcionarios del Ministerio Público de la Acusación presentaron evidencias de un fluido contacto entre Edery y Mariana Ortigala, sospechada de ser testaferro de Cantero y acusada de formar parte de la organización extorsiva.

La prueba presentada en la jornada de este miércoles por Socca y Moreno surgió de uno de los celulares secuestrados a Ortigala, un teléfono marca Xiaomi que estaba destinado específicamente para «pasarle información» a Matías Edery. Pero, en el año 2021, el fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada informó a sus superiores la identidad de todos sus informantes, entre los que figuraba Ortigala, quien había conformado parte de la organización de Alvarado y que luego fue una testigo clave en su contra. En 2020, Ortigala había sido víctima de un feroz atentado a balazos del que se salvó milagrosamente. A día de hoy, está señalada de ser parte de la banda liderada por Cantero, que se dedica a las amenazas y extorsiones, y además, su testaferro.

En el último día de la extensa imputativa. los fiscales Moreno y Socca mostraron los chats entre Ortigala y Edery y apuntaron que los mismos escapan a la relación que debería tenerse con un informante. Y aseguraron además, que Edery no porporcionó toda la información que surgieron de esos intercambios y que tenía que ver con delitos que investigaban otros fiscales. También aseveraron que la mujer tuvo acceso a datos sobre procedimientos contra el delito que realizaban otros fiscales.

Lo que Socca mostró en pantalla fueron capturas de conversaciones de WhatsApp entre Ortigala y distintas personas, entre ellas con un contacto agendado como “Mati Fiscalía”. Son conversacones de julio de 2021, período en que Ortigala figuraba como informante. Pero el fiscal Socca señaló una conversación en la que la mujer le envió a Edery una nota publicada en el portal Rosario 3 sobre una balacera a un local ubicado en Mendoza y Matienzo y le dijo que sabía que era el autor del ataque. Pero, según el fiscal Socca, Edery nunca le dio es información a Federico Rébola, el funcionario que investigaba esa causa. «A Rébola nunca le llegó esta información. Ya que que tanto valoran la información que brindó esta mujer, en este caso no llegó».

Asimismo, aludieron a otra conversación en la que la acusada le preguntaba al fscal sobre las condiciones de detención de Alvarado. Edery le respondío: «Hace un año que Esteban habla con Carmona. Nosotros tenemos todas las escuchas. Así como hablaba acá puede hablar allá”. “El teléfono intervenido es el de Carmona. Ahí está todo» agregó. Quedará para otra ocasión las observaciones y  suspicacias que generó la aparición de ese nombre en la audiencia, sin mayores explicaciones, ya que ese apellido es el mismo que el de la policía de la Agencia de Investigación Criminal asesinado con 13 disparos la semana pasada, frente a la repartición.

La denuncia y pedido de investigación de los fiscales Socca y Moreno fueron presentadas ante la fiscal general de la provincia, María Cecilia Vranicich, y la fiscal regional de Rosario, María Eugenia Iribarren.

En ese marco, la audiencia de este miércoles en el Centro de Justicia Penal fue, cuanto menos, atípica, porque ya se anticipaba un escándalo que vuelve a poner de manifiesto internas y enfrentamientos dentro del Ministerio Público de la Acusación, que tienen una larga data. La audiencia fue presenciada, en sala y virtualmente, por otros fiscales y personal de la Auditoría General del MPA.

Asimismo, trascendió que la fiscal regional, María Eugenia Iribarren les había comunicado a Socca y Moreno que no podían revela en audiencia la identidad de un informante ni la información que la había trasmitido al fiscla Edery, para mantener resguardada la integridad de ambos. Y les recordó que Ortigala ya había sido blanco de un atentado y que Carlos Argüelles, quien había sido testigo contra Alvarado y tenía una relación cercana con la mujer, había sido asesinado.

Sin embargo, los fiscales Socca y Moreno hicieron caso omiso de la directiva de la fiscal regional y señalaron que lo hacían porque consideraban que Edery podría haber cometido un delito. Y argumentaron que si Ortigala estaba en peligro no era por las información que se pudiera divulgar en audiencia, sino por sus propias responsabilidades.

«Quien eligió ponerse en peligro fue Ortigala. Llegó a la fiscalía a declarar contra Alvarado porque se cambió de facción, no porque quiso dejar de delinquir. No es ningún ejemplo para el sistema ni debería ser considerado útil. Mañana estará en otro lugar y declarará a favor de sus circunstanciales aliados. Es una aberración que haya sido una testigo protegida. Debió en todo caso ser incluida como arrepentida dentro de la estructura de Cantero. Esto es de máxima gravedad”,remarcó Moreno en ese sentido.