El juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, procesó con prisión preventiva al ciudadano croata Ivo Rojnica como presunto jefe de una asociación ilícita dedicada al lavado de activos y resolvió enviar la investigación a su par porteño Marcelo Martínez De Giorgi.

El magistrado procesó también con prisión preventiva a otro de los acusados, Federico Pulenta, pero en ambos casos dispuso que se cumpla con arresto domiciliario y tobillera electrónica, tras el pago de una fianza de $ 100.000 millones, según la resolución de 389 carillas firmada anoche.

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Villena se declaró «incompetente» para seguir con el caso y dispuso su envío «inmediato» al juzgado federal de Martínez De Giorgi en el barrio porteño de Retiro.

En ese aspecto, recordó que la fiscalía de Lomas de Zamora a cargo de Cecilia Incardona había planteado que la causa tenía que tramitarse en la ciudad de Buenos Aires, algo a lo cual adhirieron las partes por lo que consideró su decisión «tácitamente consentida», es decir, dedujo que no sería apelada en ese aspecto.

La investigación quedará ahora a cargo de Martínez De Giorgi, quien ya investiga a Rojnica por manejar una «cueva» en el microcentro porteño, pero se había negado a detenerlo por no existir a su criterio riesgos procesales.

Villena procesó a Rojnica y Pulenta como «coautores» de asociación ilícita en calidad de jefe, lavado de activos e intermediación financiera no autorizada.

En cuanto a un tercer detenido en la causa, Agustín Estrada Palomeque, se le dictó falta de mérito y se dispuso su «inmediata libertad», aunque seguirá bajo investigación.

«En el mecanismo diseñado, los jefes y miembros de la organización criminal mencionada llevaban a cabo diferentes tareas con el fin de lograr su cometido», concluyó el juez en la resolución.

Pulenta y Rojnica «se encargarían de tomar contacto con el dinero físico de los clientes e iniciar el proceso de colocación y tránsito hasta el destino final en el extranjero o repatriar fondos desde otros países».

En el fallo se dispuso por otro lado poner en conocimiento de las autoridades del FBI y del HSI de Estados Unidos de las pruebas obtenidas en la pesquisa, en base al principio de reciprocidad y para ello se ordenó librar oficios a esas agencias.

Villena procesó a Rojnica, apodado El Croata, en una causa que tramitaba en su juzgado desde hace cinco años vinculada a maniobras de un cártel de narcotráfico extranjero.

Tanto Rojnica como Pulenta habían sido detenidos por orden de Villena, quien advirtió en su resolución sobre la «gravedad de los delitos» que se les imputan y las medidas de prueba que restan producir en la pesquisa.

También mencionó «la complejidad» de la investigación y la existencia de «personas prófugas».

El magistrado procesó pero sin prisión preventiva a otros tres imputados en la pesquisa; Ignacio Demaria, Juan Pablo Angelillo y Claudio Szalaien.

En la resolución recordó que la causa se inició por información aportada por el FBI y que en los allanamientos ordenados se secuestraron evidencias de los manejos con dinero de clientes que buscaban introducir al mercado dinero obtenido de manera ilícita.

Al respecto mencionó por ejemplo el contenido de una agenda secuestrada en una «cueva» del microcentro porteño en la que se aludia a la «parte negra» de los negocios: «Se menciona el armado de diversas cuentas y se advierten frases como ‘operación negra’, ‘origen de fondos del comprador’, ‘buscar sacar la plata por Italia’, ‘trasladar la guita a Suiza’, ‘establecer bien los montos a traer’», enumeró.

Dichas anotaciones, «no hacen más que confirmar que la organización trabajaba con dinero ‘negro’, y que buscaba evadir los controles y regulaciones estatales con el fin de, por ejemplo, ‘sacar la guita por Italia’, agregó el juez.

En ese mismo allanamiento se encontró documentación que «acredita el vínculo del investigado Rojnica con la sociedad extranjera Mudart Springs llC».

Una testigo, empleada de los acusados en la financiera Nimbus, habló en el juzgado de «envíos de dinero realizados por la organización liderada por Pulenta y Rojnica a compañías creadas en el exterior, en lugares como Hong Kong y Singapur».

El juez concluyó que ambos «realizaban distintas maniobras de intermediación financiera, tales como cambiar cheques realizando descuentos, otorgar préstamos de dinero en efectivo, entre otras, careciendo de la debida autorización del Banco Central«.

«El secuestro de las grandes cantidades de dinero encontradas en diversas monedas, chequeras, documentación de clientes, máquinas para contar dinero y lámparas analíticas de luz ultravioleta, no hace más que probar ­con el grado de certeza requerido en esta instancia­ las actividades de compra y venta de divisas nacionales y extranjeras, remisión y recepción de divisas desde y hacia el exterior», concluyó la resolución judicial.

La «organización criminal creaba sociedades en el exterior, en Hong Kong, Estados Unidos y Paraguay», agregó además.