Este viernes la zona noroeste de la ciudad fue escenario de varios allanamientos ordenados en el marco de la investigación del homicidio de un adolescente de 15 años ocurrido el pasado 24 de febrero. Cuatro personas fueron demoradas, entre ellos, el padre del joven asesinado y se secuestraron armas, drogas y teléfonos celulares.

El fiscal Adrián Spelta, quien ordenó la realización de los procedimientos, señaló que «en el marco de la investigación, algunos testigos nos señalaron lugares dónde podíamos encontrar armas y elementos relacionados con el crimen». «Los testigos además nos dijeron que algunos de esos lugares estaban relacionados con la venta de estupefacientes, por lo cual se solicitó la intervención de la fuerza federal».

Los allanamientos tuvieron lugar en Empalme Graneros y barrio Ludueña, y fueron nueve en total. «En tres de estos domicilios se incautaron estupefacientes, en uno hallamos medio kilo de cocaína, una parte ya fraccionada para la venta y otra parte en un trozo y en otro encontramos un kilo y medio de marihuana, en las mismas condiciones, una parte ya fraccionada y otra no», explicó el funcionario judicial.

El fiscal también relató que se varios teléfonos celulares y se incautaron carabinas, réplicas de 9 milímetros y un mortero MK 13.

Spelta también explicó que uno de los domicilios allanados es el del padre de la víctima, ya que las líneas investigativas lo implicaban en forma posterior al hecho. Según trascendió, la madre del chico denunció que luego de que el joven fuera baleado, el padre irrumpió en el lugar y se llevó un arma 9 milímetros y drogas que había en el lugar. Por esa razón se encuentra demorado.

Jesús Abregú fue baleado el pasado 24 de febrero por cuatro personas que lo sorprendieron en un pasillo ubicado en Rubén Darío al 2000 y recibió dos disparos que le costaron la vida. Falleció poco después en el Hospital Provincial.