La Cámara de Diputados aprobó este miércoles y giró al Senado la creación de las Universidades nacionales de Cuenca del Salado y de Saladillo en la provincia de Buenos Aires y Juan Laurentino Ortiz en Entre Ríos, en el marco de una sesión especial en la cual se trataron un paquete de iniciativas económicas y sociales.

El plenario legislativo sancionó por 152 contra 82 votos la creación de la Universidad de la Cuenca del Salado, con sede en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, que fue impulsada por la diputada María Rosa Martínez (FdT- Buenos Aires).

En tanto se aprobó con 128 contra 90 votos y 12 abstenciones la Universidad Nacional de Saladillo, en la provincia de Buenos Aires, propiciada por el diputado opositor Emiliano Yacobitti (Evolución Radical).

En tanto por votos 158 contra 72 votos y una abstención la creación de la Universidad Nacional Juan Laurentino Ortiz, con sede central en la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, ya funciona como facultad y es impulsada por la diputada Blanca Osuna. (FDT).

Al abrir el debate, la presidenta de la comisión de Educación, Blanca Osuna, dijo que “hemos escuchado en este mismo recinto que las universidades son centros de adoctrinamiento. La verdad que si hoy hubo en algún momento de la Argentina voluntad de que las instituciones educativas sean centros de adoctrinamiento, fueron justamente en períodos no democráticos. Claramente la última dictadura cívico militar eclesiástica ubicó ahí, en el sistema educativo una vía como para actuar, operar sobre los jóvenes y sobre la sociedad”.

«Estas universidades que se han creado en estas últimas décadas, lo que sí muestran es un despliegue territorial importante y un vínculo original y fuerte y comprometido con los lugares donde efectivamente están asentados”, agregó.

Destacó que «la educación de niveles superiores que inicialmente estuvieron previstas y pensadas para la formación de las élites de la elite que llegaban a gobernar el país, todo ese proceso se fue revirtiendo, esa reversión no fue gratuita, esa reversión fue producto de batallas durísimas, de exigencias, de organización y movilizaciones, y de algún modo llegamos así muy a vuelo de pájaro”.

“Estamos con una educación pública que constituye uno de los principales orgullos, pero no únicamente por su despliegue, sino que el sistema educativo nacional tiene una territorialidad y vastedad que lo distinguen en la región y en el mundo”, ponderó la presidenta de la Comisión de Educación y agregó que eso “nos permite en la comprensión de lo que implica la educación pública hacer uso de una metáfora en lo que ha sido la conformación del Estado Nacional con la educación pública. Ese proceso donde en una primera etapa Argentina necesitó reafirmar identidad e integración, de eso se trató una ley que se debatió la 1420 y, a partir de esa ley, Argentina fue afirmando el sentido de la organización escolar y del sistema”.

Osuna detalló que en el año 1983 había 350 mil estudiantes con 28 millones de habitantes y “hoy hay 2 millones y medio de estudiantes universitarios en 40 años; se quintuplicó la cantidad de estudiantes universitarios y hasta el 75% son primera generación de estudiantes de la familia”.

Por su parte, el diputado de Juntos por el Cambio, Maximiliano Ferraro, aseguró que «en otro contexto nos hubiera encantado poder acompañar la creación de universidades pero debe ser con una planificación virtuosa, cosa que no se tuvo. Desde el 2018 no conocemos las áreas de vacancia, cuáles son las carreras estratégicas, más allá de algunas puntuales, que necesitamos para ciertas regiones de nuestro país. Yo no estoy dispuesto a seguir contribuyendo a este gran simulacro desde el punto de vista educativo”

“La miembro informante no puede venir a decir que este Congreso puede crear universidades porque sí, porque es solamente el derecho que nos asiste a nosotros como poder legislativo para hacerlo”., agregó.

A su vez, el diputado del Frente de Todos, Leopoldo Moreau aseguró que «las falencias de la situación educativa no se van a superar restringiendo la oferta. No se puede mostrar solo una de las caras; necesitamos fomentar el pensamiento crítico para formar ciudadanos y fortalecer una Argentina soberana”.

En tanto, el diputado de Evolución Radical Emiliano Yacobitti dijo que «quiero desmitificar eso de que se crean universidades a las cuales no acceden los que lo necesitan. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, en el caso de la Universidad de Buenos Aires, casi el 60% de los ingresantes, y les aseguro que son muchos, son hijos de primera generación de profesionales, quiere decir que ni su papá ni su mamá son profesionales y ellos tienen la ilusión de ser profesionales porque existe un sistema de educación pública».

Agregó que «tenemos que dejar de decir que cada uno de los que estamos a favor de crear universidades, creamos trincheras para que se refugien los que pierden gobiernos o despilfarramos recursos porque están cerca de otras universidades, porque es falso y porque es hipócrita».