Los ex soldados conscriptos que combatieron en la guerra del Atlántico Sur en 1982 podrán jubilarse en forma anticipada a los 53 años en el que caso de que el Congreso convierta en ley, como se espera que ocurra, un proyecto impulsado por la Asociación Combatientes de Malvinas por los Derechos Humanos (ACOMADEH) y que cuenta con el respaldo del kirchnerismo.

La iniciativa, que sería tratada el próximo miércoles en la cámara de Diputados y podría obtener media sanción, beneficia a unos 4.000 excombatientes de todo el país que pasarían a cobrar dos jubilaciones mínimas garantizadas (actualmente 8.598 pesos) cuando cumplan la edad establecida por la norma para dejar de trabajar.

El proyecto prevé una reducción de 12 años (de 65 a 53) en la edad de jubilación para los exsoldados conscriptos que tomaron parte en el conflicto bélico de 1982 y una disminución de 30 a 10 en los años necesarios de aportes previsionales, aunque con un beneficio adicional, dado que el servicio militar (la llamada «colimba») se computaría como si fueran 24 meses.

Es decir, los exconscriptos veteranos de guerra deberían acreditar únicamente ocho años de aportes para jubilarse, pero incluso en el caso de que no lograsen cumplir con ese trámite, podrían hacerlo acogiéndose a una moratoria pautada en «sumas muy bajas, para que nadie se quede afuera», destacó el presidente de la ACOMADEH, Gustavo Pirich, en declaraciones a NA.

La iniciativa establece que los exsoldados (civiles) involucrados en 1982 en el Teatro de Operaciones Malvinas (TOM) o en el Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS) con certificado expedido por el Ministerio de Defensa de la Nación percibirán dos jubilaciones mínimas garantizadas por mes y ese monto será actualizado en forma semestral.

«Los que estén jubilados por el Sistema Previsional Argentino y estén cobrando menos de dos jubilaciones mínimas por mes se van a equiparar a lo que establece la ley en forma automática», resaltó Pirich, que agregó que los exconscriptos también podrán elegir libremente su obra social en el caso de que se apruebe la ley.

El presidente de la ACOMADEH resaltó que la propuesta fue presentada en la cámara de Diputados el 28 de marzo de 2014, pero ahora, tras largos años de trabajo (ocho en total) y de insistencia por parte de los integrantes de la asociación, el proyecto logró el visto bueno de parte del Gobierno para su tratamiento y eventual aprobación.

Respaldo oficial

Pirich destacó especialmente el impulso que le dieron a la iniciativa la presidenta del bloque del Frente para la Victoria (FpV) en la Cámara baja, Juliana Di Tullio, y la diputada correntina Araceli Ferreyra, del oficialismo también ya que «ambas se comprometieron a lograr que se convierta en ley antes de fines de año».

Agregó que la propuesta cuenta con dictamen favorable de las comisiones de Previsión Social, Presupuesto y Defensa, e indicó que la asociación que preside espera que sea aprobada y reglamentada hacia el 1 de diciembre próximo.

«Fueron ocho años de trabajo en la calle», sostuvo en diálogo con Noticias Argentinas, y resaltó que si bien el proyecto original, que preveía por ejemplo una jubilación del 82 por ciento móvil, sufrió modificaciones en su camino hacia el recinto de Diputados, las autoridades de la ACOMADEH se sienten satisfechas con la versión final que llegará a la cámara y sobre la cual debatirán los legisladores.

«Logramos limar las objeciones que tenía la ANSES y el proyecto nos satisface, porque otorga herramientas a muchos compañeros -alrededor de 4.000 en total- que no se van a jubilar nunca, porque no van a llegar a los 65 años, no vamos a llegar, como todos los que se han ido muriendo incluso militando con nosotros y que ahora no pueden ver que este proyecto está cerca de hacerse realidad», enfatizó.

Pirich manifestó en este sentido que estudios médicos certificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han determinado que existe una diferencia de 10 años en la expectativa de vida entre quienes participaron en una guerra y aquellos que no lo hicieron.

El proyecto, señaló además, unifica bajo una misma normativa distintos regímenes jubilatorios especiales que benefician a exsoldados conscriptos en una decena de provincias argentinas e incluye a trabajadores estatales, privados, monotributistas y a todos aquellos que aporten a la ANSES.

Finalmente, resaltó el impulso que la Comisión Nacional de Excombatientes de Malvinas y la Federación Nacional de Veteranos de Guerra de la Argentina también le otorgaron a la iniciativa, que demandaría la reglamentación del Ministerio de Trabajo y de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) en el caso de ser aprobada.

Foto: Salvador Hamoui