Enviado especial a Buenos Aires – Aún se escuchan los ecos del paso de los empresarios Pyme y sus planteos en el Parlamento. No casualmente, distintas cámaras vinculadas al comercio y la producción -incluso las más grandes- vienen expresando su malestar por el resultado de las medidas aplicadas por el Gobierno de la Alianza Cambiemos en materia económica.

Este viernes, los empresarios pyme porteños, reclamaron un “Régimen de Emergencia” porque temen “desaparecer”, otros como la Unión industrial Argentina, sostienen desde comienzo de 2018 distintos reclamos que se agudizaron en la medida que avanzó el año, a punto tal que en diciembre ultimo realizaron manifestaciones día por medio para que le quede claro el mensaje al gobierno de Macri. 

Así, desde la UIA, sostuvieron que la industria bajó 2,3% en 2018 y refirieron que el nivel de actividad no logrará recuperar el alcanzado en 2015. El viernes presentaron al Gobierno un plan de 35 medidas fiscales, financieras y tarifarias para reactivar el sector.

José Urtubey

Sin embargo, los empresarios no se quedaron conformes con el diagnóstico de 2018 y manifestar su preocupación de lo que puede suceder en 2019. Porque este año «no hay sector que se haya salvado del parate».

A tal punto llegaron las definiciones de los grandes empresarios que José Urtubey, vocal de la UIA, precisó que “La herencia que reciba el gobierno que viene será peor que la que recibió este gobierno”.

“Vamos a terminar el 2018 con nueve mil PyMEs cerradas y 3% de caída de la actividad industrial; tenemos 107.000 puestos de trabajos fabriles menos. Vamos a cerrar con prácticamente un 50% de la capacidad industrial ociosa, vamos a cerrar con una inflación que va a estar muy por encima de lo que era la previsión», resumió el salteño.

El informe de Utilización de la Capacidad Instalada de la Industria (UCII) que elabora mensualmente el Indec, consignó que cinco sectores quedaron por debajo del nivel promedio de utilización de la capacidad instalada: la industria automotriz trabajó al 45,9%; la textil al 47,4%; la metalmecánica no automotriz al 49,2%; el caucho y el plástico al 52,1%; y la edición e impresión al 59,5%.

Por su parte, el vocal de la Unión Industrial Argentina (UIA) José Urtubey estimó que en tres años el sector fabril perdió “107 mil puestos de trabajo”, mientras consideró que con el actual nivel de tasas de interés “sigue siendo insostenible” para los créditos comerciales.

El dirigente indicó además que el sector proyecta resultados a la baja en la actividad del sector para 2019. “En la medida en que no haya un plan de desarrollo económico ni cambios estructurales que permitan una salida y se siga pensando en modo financiero, la salida no va a estar”, puntualizó.

Desde julio, el presidente de Industriales Pymes Argentinas, Daniel Rosato, puso el énfasis en reclamar el congelamiento de los precios de la energía por seis meses, en el control de las importaciones y en la habilitación de líneas de financiamiento a tasas especiales. Sin embargo aún sigue esperando.

En septiembre, desde su sector informaron que los costos energéticos que pesan sobre las empresas fabriles representan un 24% de los gastos totales de las fábricas y que su traslado a los precios de las góndolas explican el 30% de la inflación. Y decidieron pedir la pesificación del valor del suministro energético.

En diciembre, en el encuentro pyme en el Anexo de Diputados del Congreso Nacional, Rosato, destacó el éxito de la puesta que tuvo la organización del G20 en la Argentina, pero insistió en la importancia de reactivar la economía local a partir de medidas que le devuelvan competitividad al sector.

Reclamó que estas medidas deben estar orientadas a “evitar una apertura que desproteja a los productores argentinos, quienes a su vez encuentran con mercados internacionales cerrados para comerciar”.

Los empresarios piden tasas de financiamiento más bajas que las actuales, una reducción en la presión impositiva y mejores condiciones en el comercio exterior para evitar una “inundación de importaciones”.

Los empresarios y dirigentes Pyme dijeron que el Gobierno les prometió “una sala de primeros auxilios para Pymes” en el ministerio de Producción y Trabajo, que conduce Dante Sica, pero lo que hay es “una sala de velatorios”.

El punto que hubo que dirimir en esa reunión fue cual podía ser el aporte que podían hacer los legisladores para mitigar los efectos del modelo que instauró la Alianza Cambiemos desde que se hizo cargo del Gobierno del país.

Para empresarios medianos y pequeños, algo quedó claro y es que no se tienen todas las herramientas en el Parlamento para dar respuesta a las legítimas demandas que formularon a causa del retroceso que sufren las industrias y el comercio en Argentina.

Una de las respuestas sobre que alcance tiene el trabajo que pueden desarrollar los legisladores para dar solución fue explicada por el ex ministro de Economía, y actual legislador Axel Kicillof.

Para el diputado del Frente para la Victoria, la «lucha contra el salario no es el camino». «Las PyMEs necesitan producir, son el motor de la industria argentina. Por eso, es necesario frenar el industricidio de Macri y Vidal», dijo el legislador al salir del encuentro.