Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires

En medio de una nutrida movilización por las calles de Buenos Aires, que demandó el cambio de las políticas del Gobierno de Mauricio Macri, en la Cámara de Diputados la oposición logró reunir quórum necesario para iniciar la sesión especial convocada para tratar un paquete de 78 leyes.

Aunque la posibilidad de aprobar la iniciativas resultó trunca porque requería de los dos tercios de los votos para aprobar los proyectos presentados, las denuncias y las criticas se hicieron sentir en la exposición que los legisladores opositores.

Como nunca se pudo corroborar que la sintonía existente entre las demandas sociales y las políticas dentro del parlamento confluían al unísono con exigencias que no eran más que las demandas de un pueblo golpeado por los tarifazos, el alza de los precios de los alimentos de la canasta básica y de la falta de planes oficiales para mitigar las necesidades básicas de muchos sectores en los que impactó negativamente el proyecto de país que diseño la Alianza Cambiemos en estos cuatro años de gestión.

Los legisladores que convocaron esta sesión se mostraron insatisfechos y con serios cuestionamiento a sus pares del oficialismo ante la especulación inicial de evitar que se conforme el quorum reglamentario para avanzar con el debate de las normas propuestas.

Mientras transcurría la sesión en el recinto, la diputada nacional de Peronismo para la Victoria Araceli Ferreyra indicó en diálogo con Conclusión que «no da para más la Argentina en estas condiciones» e instó a sus colegas legisladores a «arremangarse y ponerse a trabajar para sacar la patria adelante», como así también indicó que el oficialismo en el Congreso es «poco democrático».

Por su parte, el diputado nacional de Cambiemos Pablo Tonelli expresó a este medio que los proyectos que la oposición propuso debatir en esta sesión son «proyectos que no tienen dictamen de comisión», por lo que desde su punto de vista «no están en condiciones de ser tratados» y no aceptan hacerlo.

«Hay muchos proyectos que tienen gran trascendencia presupuestaria, económica, social, y nos parece que sería una irresponsabilidad tratarlo sin previo dictamen de comisión como exige el reglamento», anticipó antes de la sesión.

Con el quórum justo, a las 12.20 el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, contó 130 diputados sentados en sus bancas y levantó el telón de la sesión, pero quedaba pendiente la habilitación del tratamiento de los temas, que desembarcaron en el recinto sin dictamen de comisión.

Para concretar ese objetivo y luego aprobar los proyectos, la oposición hubiera necesitado una mayoría especial de dos tercios, una hipótesis descartada de antemano por todas las bancadas.

El primer bloque temático que se abordó en la sesión fue el de los proyectos tendientes a cumplir con el fallo reciente de la Corte Suprema de Justicia para eximir del pago del impuesto a las Ganancias a los jubilados.

Por el Frente para la Victoria, la diputada Luana Volnovich expuso los lineamientos del proyecto presentado por el kirchnerismo, que plantea -en línea con los dispuesto por la Corte- «un plazo de un año para definir un régimen especifico y hasta tanto eso suceda que ningún jubilado pague Ganancias», al teimpo que aclaró que lo que pagan representan solamente al 2% del total».

Y añadió: «Este Congreso tiene la responsabilidad de legislar para el resto de los jubilados que no están alcanzados por ese fallo».

A su vez, reclamó un bono compensador para los jubilados que fueron excluidos del pago de bono de fin del año pasado, y exigió la derogación de la Pensión Universal a la Niñez (PUAN) aprobada en el marco de la «reparación histórica» e instrumentada por el Gobierno, al tiempo que propuso que por ley se abran se abran las moratorias previsionales.

Por su parte, la massista Mirta Tundis se sumó a las expresiones de malestar por el hecho de que el oficialismo no haya convocado nunca en 2018 a sesionar en la comisión de Acción Social y Previsión, y se declaró a favor de «legislar en el sentido de lo que dice la Corte y darle respuestas a nuestros mayores».

Daniel Arroyo

El diputado de Red por Argentina Daniel Arroyo alertó que «hay muchos jubilados con hambre que están yendo a comedores comunitarios a los que antes no iban».

En la misma frecuencia, el diputado del PTS-Frente de Izquierda Nicolás del Caño estimó que «más del 70 % de los jubilados de nuestro país son pobres».

«Por supuesto, al Gobierno lo único que le importa es cumplir con el pago de la deuda a los especuladores, para cumplir con sus empresas amigas», reprochó Del Caño, que advirtió que el Gobierno le prometió al Fondo Monetario Internacional una reforma para aumentar la edad jubilatoria.

El dirigente trotsquista lamentó que «sólo dos de cada diez personas con edad para jubilarse pueda hacerlo», y agregó que «el resto está condenado a una pensión universal -que ahora tampoco es universal»- que equivale al 80 por ciento de la mínima, apenas 8300 pesos, una miseria».

El segundo bloque de la sesión estuvo dedicado al debate sobre los proyectos que apuntan a restringir los aumentos tarifarios en las facturas de servicios.

El diputado nacional del Frente para la Victoria Axel Kicillof cuestionó que el Gobierno haya «dolarizado» las tarifas de servicios públicos que cobra a los usuarios y destacó que la intención de la oposición es «arreglar el desastre tarifario que han armado».

«Esto no es una política, es un desastre. Venimos a discutir cómo arreglar de la manera mas prolija pero más rápida posible el desastre tarifario que han armado, la enorme estafa que han hecho», afirmó.

El último ministro de Economía de Cristina Kirchner criticó la lógica de «dolarizar un servicio cuyo costo está en pesos», y consideró que este esquema redundó en «ganancias escandalosas para toda la cadena de ese sector» que «no se ha traducido en mayores inversiones», ni «en una mejora del servicio ni en los números de la explotación y producción».

A su turno, el presidente del bloque Justicialista de la Cámara de Diputados, Pablo Kosiner, sostuvo que «la política de tarifas» del Gobierno «no tiene ningún parámetro racional de adecuación». «Pedimos que la política tarifaria de este Gobierno recupere previsibilidad, gradualidad, razonabildiad y fundamentalmente hoy la gente cuestiona al política tarifaria no porque no la quiere pagar sino porque no puede. La industria no la puede soportar», alertó.

El legislador salteño detalló que el 40 por ciento de los costos internos de las empresas corresponden al pago de tarifas, situación que «hace inviable cualquier política de desarrollo en la Argentina», al tiempo que reconoció que de antemano la oposición sabía que no tenía «muchas probabilidades de sacar una ley» que restringiera los aumentos tarifarios, ya que al no tener dictamen de comisión los proyectos se necesitaba una mayoría especial de dos tercios.

«También debemos decir que la responsabilidad de habilitar las comisiones es del oficialismo y del Gobierno», se quejó.

El diputado nacional del oficialismo Jorge Enríquez indicó a Conclusión que «esto que está haciendo hoy la oposición es con un sentido electoralista, pretendiendo enrarecer el clima político de este año electoral» y que «no por nada se han juntado los que hasta ayer decían que no tenían nada que ver unos con otros».

«Hoy están todos tomados de la mano y viendo cómo pueden ponerle palos al Gobierno. Me parece poco serio, casi un centenar de leyes tienen alto impacto presupuestario y merecían haber sido tratadas. Es mentira lo que están diciendo que las comisiones no funcionan, porque por ejemplo la comisión de legislación penal y la de deportes ayer tuvieron una reunión conjunta por el tema barrabravas y hoy hemos aprobado en comisión dos dictámenes vinculados con el narcomenudeo y el acoso callejero. Me parece que estamos trabajando», expresó fastidioso el legislador.

A su vez, y al ser consultado por la crisis económica alcanzada durante la actual presidencia, Enríquez manifestó que «nadie niega que la situación económica es difícil ni que estamos pasando un momento muy delicado, pero también no podemos dejar de decir que este era el único camino que quedaba, porque quienes se beneficiaron con las tasas chinas y que durante 12 años despilfarraron todos los ingresos que había tenido la Argentina como producto de los commodities y no hicieron nada de lo que hoy están reclamando son los mismos que tenían déficit en sus provincias».