Por Facundo Díaz D’Alessandro

Son tiempos de movimiento y reconfiguración en la política santafesina, circunstancia que ofrece una buena oportunidad para analizar expectativas y adaptabilidad de distintos dirigentes y espacios a la “nueva época”, en medio de una crisis económica y social (en Santa Fe se agrega el drama de la inseguridad) que no deja mucho espacio para “lunas de miel”.

Uno de los primeros espacios políticos donde se apreció esta dinámica cambiante es precisamente Cambiemos, con la rotura del bloque de ese espacio (que era el mayoritario con 9 bancas) en el Concejo Municipal de Rosario.

El diputado provincial recién asumido, Gabriel Chumpitaz, integró ese bloque hasta hace algunas semanas y, entrevistado por Conclusión, afirmó que no le “asustan” los “enfrentamientos” ya que “es parte de la vida política”.

No obstante, y antes de aclarar que toma partido “claramente por el sector que conduce Federico Angelini”, sostuvo que esas discusiones deben darse “con mucho respeto”.

“A veces ciertos temas se pasan de la raya y en eso no estoy de acuerdo. Puntualmente, en el Concejo apoyé al sector que encabezaba Alejandro Roselló (en contraposición al grupo liderado por Roy López Molina), lamentablemente tuvimos un sector que no estaba de acuerdo y terminó como todos sabemos: bloque partido, perdiendo la presidencia y afectando no sólo la imagen del (ex presidente Mauricio) Macri y nuestro espacio, sino el imaginario de miles y miles de santafesinos que confiaron”, apuntó el dirigente del Pro.

A la hora de analizar las razones de sus hasta hace poco compañeros de bancada, expresó: “Ambiciones personales, a lo mejor electorales a futuro. Hablar de ‘nuevos liderazgos’ es sencillo, lo dice cualquiera, a la hora de trabajar, recorrer la provincia, como hicimos para dar vuelta la elección en Santa Fe, no lo hizo todo el mundo, los liderazgos se demuestran con trabajo y nuestro sector lo entendió de esa manera”.

En ese sentido, Chumpitaz ponderó los motivos que cree aportaron para que Mauricio Macri, por lo menos en territorio santafesino, “diera vuelta” el resultado de las PASO en las generales.

“Ese crecimiento tuvo que ver primero con los candidatos, con Macri y (Miguel) Pichetto, que salieron de manera más contundente a buscar a ese electorado, que estaba pero había que conquistarlo de otra manera, con un mensaje más potente que fue el que llevó el presidente en distintas marchas, como vivimos acá en Rosario, en el Parque España”, evaluó.

Y completó: “Por otra parte, localmente en la provincia tuvimos un trabajo muy profundo, con militancia, dedicación, ciudad por ciudad, comuna por comuna y barrio por barrio en el caso de Rosario”.

Chumpitaz también se refirió al tiempo que viene en la Legislatura, puntualmente en la Cámara de Diputados de la provincia, donde el Frente Progresista, con la figura de Miguel Lifschitz a la cabeza y con una mayoría de 28 bancas, será punta y lanza de negociaciones, sobre todo teniendo en cuenta que ahora el Gobierno en Santa Fe, tras 12 años, es peronista.

“No me limito a creer que porque el FP tiene 28 diputados va a hacer cualquier cosa, soy entusiasta en ese sentido. Hay muchos que son radicales, dialoguistas, es un dato importante porque a la hora de llegar a acuerdos importan las características de los legisladores. En nuestro partido tenemos que seguir ampliando esa base de sustentación política, cuidar a ese 41% que apoyó a Macri: recorrer, estar, escuchar y brindar soluciones”, detalló.

Por último, el ex edil de Rosario analizó el duro diagnóstico trazado por el gobernador Omar Perotti al asumir sobre el estado de la provincia, que generó encono en el socialismo, a la vez que esgrimió las que consideras las claves de la problemática de inseguridad en Santa Fe.

“El discurso de Perotti fue duro, por momentos tuvo algunos destellos de realidad sobre todo lo que tienen que ver con la inseguridad, en otros muy exagerado. El gobierno de Lifschitz hizo cosas bien y otras no tan bien. Se abre una etapa de diálogo, crecimiento, ideas positivas, eso vamos a hacer en la Legislatura”, puntualizó.

Y concluyó: “La policía es una institución que triplica en años a muchos de los partidos políticos que hoy conocemos, no es que se hable de un desgobierno o autogobierno, tiene una autonomía en cuanto a una idiosincrasia, es una cuestión netamente política, de ahí tiene que bajar la línea de acción hacia policía, pero tiene que haber un correlato, un de abajo hacia arriba pero también de arriba a  abajo, para eso hay que tener conducción, espero que el gobierno de Perotti lo tenga”.