Por iniciativa del edil Eduardo Toniolli, que cuenta con el acompañamiento de concejales y concejalas del justicialismo, el Frente Progresista, Ciudad Futura, y el Frente Social y Popular, el Concejo Municipal de Rosario se prepara para discutir un proyecto de declaración en contra de la iniciativa de la Secretaría de Deportes de la Nación que impulsa la posibilidad de conversión de los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas. El documento suscripto por las distintas bancadas, se inscribe en el marco de una creciente oposición a la medida, motorizada nacionalmente – entre otras instituciones – por el Movimiento Social del Deporte.

“Los clubes sociales y deportivos brindan la posibilidad de formación, contención e inclusión social que necesitan los niños y jóvenes, y – a pesar de sucesivas crisis que han atravesado – constituyen aún la base del deporte comunitario argentino», argumentó Toniolli al momento de presentar el proyecto, y señaló que «nuestro país cuenta con una comunidad deportiva que nuclea aproximadamente a 10 millones de personas que practican todo tipo de deportes (ya sea de forma recreativa o profesional), y el 80% de ese gran colectivo los practica dentro de los clubes de barrio».

«Los clubes han cumplido siempre en nuestro país un rol social trascendental, y desde sus orígenes han sido organizaciones creadas y conducidas por la libre voluntad de sus asociados», señaló el concejal, e impugnó la intención del Gobierno Nacional de introducir la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas para gestionarlos: «las decisiones no pueden ser tomadas por dirigentes/empresarios que solo piensen y decidan en función de criterios economicistas, de ser así se impondría definitivamente la cultura del descarte y la exclusión”.

Consultado por la situación actual de los clubes, Toniolli expresó que “hoy por hoy están siendo afectados de manera brutal, no sólo por la ausencia de una política clara que favorezca el deporte comunitario, sino también por el progresivo recorte en los programas de apoyo, retrasos gravísimos en los pagos de subsidios, agravado por los aumentos desmedidos en los servicios públicos a partir de la política tarifaria dispuesta por el Gobierno Nacional”, y remató: “pensar a los clubes como empresas pondría en riesgo uno de los principales ámbitos de consolidación de lazos comunitarios, y de fomento del deporte como parte esencial de la formación y promoción de las personas”.