Por Fabrizio Turturici

El cantautor del relato kirchnerista, Ignacio Copani, defendió a capa y espada la gestión de Cristina Fernández y cargó de manera crítica contra el actual gobierno de Mauricio Macri. El artista dejó varias definiciones en un extenso reportaje con Conclusión que tuvo lugar en su paso por Rosario, donde brindará una función –este sábado- en el centro cultural de La Toma y lo recaudado será destinado a la manutención de lugar.

Con sus respuestas, Copani dejó explícito que no quiere que a este gobierno le vaya bien: “Yo pongo en duda esa fórmula que con tanta candidez enuncian algunos, porque la verdad es que a ellos les está yendo fenómeno pero a nosotros no”. Asimismo, dejó abierta la posibilidad de un “estallido social” y dijo que si Cristina llegase a caer presa “sería una provocación que llevaría, quién sabe, a expresiones del pueblo que no se bancaría un verdugueo semejante”.

Por otro lado, el cantante se despegó de los funcionarios corruptos del pasado gobierno al decir que “manchan al proyecto genuino” y, en contrapunto, consideró que “los Panamá Papers son una manera mucho más elegante que la de los bolsos para esconder la guita, pero es una forma de corrupción al fin. La desocupación constituye un acto más nocivo que si un funcionario se afana el plasma de su despacho”, agregó.

Sobre la carrera política de la ex presidenta, Copani expresó que “el futuro de Cristina no está necesariamente atornillado al Frente para la Victoria, sino que puede ser líder de un frente mucho más amplio y que abarque a todos”. Acerca del devenir del actual gobierno, el militante kirchnerista apuntó contra sus “políticas neoliberales desalmadas, crueles y con exposiciones cínicas”.

—¿Qué análisis hacés del gobierno de Macri?

—No soy un analista político, pero en la mayoría de los espacios se suele reflexionar sobre lo que estamos viviendo. En algunos medios, todo el análisis se reduce a López y Báez; pero la verdad es que estamos ante un gobierno neoliberal. Lo más lindo de todo esto es el nombre ‘neoliberal’, que suena amigable para tratarse de políticas tan desalmadas y crueles, con exposiciones tan cínicas. Todos los indicadores económicos y percepciones señalan que sus resultados son todos negativos, y no sólo económicos: el desprecio por los derechos humanos, la cultura y la educación. Habrá que ver si, para ellos, esta gestión es exitosa. Mucha gente puede decir, con mucha candidez, «yo quiero que al gobierno le vaya bien porque así nos va bien a todos», pero yo pongo en duda esa relación, porque a ellos les está yendo bien y a nosotros no. La devaluación les salió bárbara, la querían hacer y la hicieron; endeudarse también les sale fenomenalmente. Pero hay que preguntarse: ¿esto hace que le vaya bien al pueblo?

—¿Cómo ves el clima social?

—Lamentablemente, tengo una mirada de mucha preocupación. No porque tenga la bola de cristal, pero esto ya lo viví. Cuando agarro algunas canciones viejas, no sólo mías, veo que tienen mucha actualidad. No hay nada de nuevo en lo «neo», ni nada de libertario en lo «liberal». Después de las gestiones de un gobierno de derecha, lo que vienen son muchos panes menos, mayor sufrimiento y más inestabilidad desde lo social. El gobierno debería estar agradecido a los dirigentes de base por contener al pueblo para que no haya un choque y un estallido que sea difícil de poder estabilizar sin violencia.

—¿Pensás que puede ocurrir ese estallido?

—Y, cuando no tenés más salida… Una cosa es cómo le puede afectar a un ciudadano sus recortes en gustos personales, por ejemplo, bajar de un vino de 200 pesos a uno de 50; pero otra cosa es cuando no tenés para comer. Yo no quiero que ocurra esto, pero mi preocupación es altísima. No es una preocupación burguesa de pensar si a mi hija le alcanza con los gastos de su departamento, me preocupa mucho más lo colectivo. ¿Adónde vamos a parar en los próximos meses si esto no se corrige?


—¿Te imaginás una reelección de Macri?

—Mi imaginación ha sido superada por la realidad, porque nunca pensé que el pueblo de Colombia votaría contra la paz, o que una bestia como Trump tenga el honor de ser presidente de un país tan importante como Estados Unidos. No lo digo ni siquiera por su ideología, sino por su parte humana. Volviendo a Macri, podría pasar cualquier cosa, incluso con el poder mediático tan instalado, no me llamaría la atención una reelección de Macri. La derecha tiene un gen de torpeza; es tan avara y codiciosa que en ese afán de quitarle todo al pueblo, genera anticuerpos.

—Declaraste que los últimos meses del gobierno de Macri fueron mucho más corruptos que todos los años de democracia. ¿Seguís sosteniéndolo?

—Por supuesto, porque cuando el establishment es corrupto, es lo más peligroso y caro para un país. Personas corrupta puede haber en todos los tiempos y ámbitos, tanto privado como público. Este gobierno tiene, entre muchas cosas, un ministro (de Energía, Juan José Aranguren) con una incompatibilidad total en su actividad. Los Panamá Papers es una manera mucho más elegante que la de los bolsos para esconder la guita, pero es una forma de corrupción al fin. No me preocupa tanto el caso policial, me parece corrupta, por ejemplo, la manera en que se acordó con los fondos buitre. Y no me importa si hubo coimas o no, es hacer un negociado a espaldas del interés popular. La flexibilización laboral, el hecho de quitarles derechos a los trabajadores, eso me parece una posición institucional corrupta. La desocupación constituye un acto más nocivo que si un funcionario se afana el plasma de su despacho.


copani—De todas maneras, la corrupción política en Argentina es estructural y trasciende los partidos. Por eso, ¿qué autocrítica o reflexión hacés sobre los casos que golpean cerca las puertas de Cristina Kirchner?

—Creo que la democracia debería encontrar cada vez más mecanismos para acorralar de manera eficaz a todos esos pícaros que están robando, tanto en la función pública como privada. Yo no tengo que hacer ninguna autocrítica hacia mi persona, para algo venimos aguantando con fortunas del erario público al Poder Judicial, para que investigue y actúe con firmeza ante estos casos. Igual que con la cuestión de la inseguridad, todo lo que sea preventivo siempre es mejor. Me gustaría que los funcionarios corruptos no puedan caminar con impunidad, perjudicando al pueblo y al espacio político al que pertenece.

—¿Qué futuro tiene el Frente para la Victoria en general y Cristina en particular?

—En este momento, Cristina es la líder más importante que tiene el país y del mundo también, en cuanto a su configuración como estadista. En lo que tiene que ver con la posibilidad de armar un frente que no se muera en la queja, sino que ofrezca una alternativa. En este sentido, Cristina -además de su inteligencia y pensamiento estratégico- tiene una convocatoria única. La mayoría del pueblo tiene más expectativas con Cristina que con otros dirigentes, así es la democracia. Su futuro no necesariamente está atornillado al FPV, creo que es momento de buscar puntos de encuentro ante este adversario neoliberal tan poderoso. Este frente debe exceder al FPV, definir sus líneas ideológicas y propuestas pragmáticas.

—¿Hasta qué punto su carrera política choca de frente con su situación judicial? ¿Pensás que puede quedar presa? 

—No puedo saber el futuro, pero no quiero que eso pase. Creo que sería una gran provocación, estoy de acuerdo cuando ella dice que sufre una persecución desmedida: es el gen de la derecha rencorosa que en su odio se muerde la cola. Cristina siempre ha estado a derecho, nunca quiso fueros parlamentarios y enfrenta con claridad las cosas que le imputan. Me parecería una gran torpeza, pero no torpeza por una táctica electoral, sino torpeza en cuanto a la responsabilidad de los dirigentes del poder político y judicial de mantener la paz social. Sería una provocación que llevaría, quién sabe, a expresiones del pueblo que no se bancaría un verdugueo semejante.

—Para terminar, ¿existen lazos entre Cristina Kirchner y Lázaro Báez?

—No sé si tienen algo que ver o nada que ver, no me gusta abordarlo desde este lado.

—Es la hipótesis judicial que busca confirmar si existió o no asociación ilícita…

—Si la Justicia es seria, como dicen los diarios, tendrían que ver que Austral Construcciones no es la empresa más favorecida por la obra pública del anterior gobierno. Hay muchas otras empresas con más obras y volumen de dinero que están más cerca de Macri que de Báez. Pero en todo caso, si lo tuviera que dilucidar la Justicia, que lo haga. La ex presidenta pidió una auditoría de la obra pública para ver qué relación hay entre el gobierno y las empresas; me parece lo más sano y justo.