Tras una jornada marcada por manifestaciones de apoyo y represión policial en el barrio porteño de Recoleta, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó en la noche del sábado que “el Partido Judicial le pidió 12 años de condena por cada uno de los mejores años que vivió el pueblo argentino”, y remarcó que desde el martes hubo movilizaciones en todo el país de apoyo a su figura pero en “el único lugar donde se produjeron escenas de violencia fue en la Ciudad de Buenos Aires”.

“La violencia fue provocada por odio al peronismo. No toleran el amor y la alegría de los peronistas”, señaló la exmandataria al hablar, pasadas las 22 del sábado, en un escenario montado en la esquina de Uruguay y Juncal, tras la represión que llevó a cabo la Policía de la Ciudad de Buenos Aires contra manifestantes que se habían congregado en el lugar.

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La expresidenta se expresó de esta forma en relación al apoyo que recibió en estos días por parte de la militancia del Frente de Todos, en el contexto del juicio de la causa que se le sigue por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz, y que la tiene como imputada.

En una alocución realizada desde un escenario ubicado en la puerta de su domicilio, en el barrio porteño de Recoleta, Fernández dijo: “En el único lugar donde hubo escenas de violencia fue en la Ciudad de Buenos Aires y en la puerta de mi casa, provocadas por el odio a la alegría y al amor peronista, que siempre fue objeto de la violencia”.

En esta línea, la vicepresidenta recordó: “Desde el último día que me fui de la Presidencia, ese 9 de diciembre (de 2015) que terminaba ese acto maravilloso en Plaza de Mayo, no pude llegar acá porque este lugar estaba rodeado de simpatizantes del nuevo gobierno, del macrismo, que insultaban, agredían”.

“Tuve que irme a dormir a la casa mi hija, acá cerca, en el barrio de Monserrat. Desde ese día y hasta el martes he sufrido el permanente hostigamiento de gente que viene a amenazarme de muerte. Nunca vi a la Ciudad de Buenos Aires intervenir para evitar ese hostigamiento. Pago mis impuestos, igual que todos los que están acá. Tengo el mismo derecho, ninguno más, pero sí el mismo. Y después dicen que los peronistas somos violentos”, fundamentó.

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“Vimos la tragedia de la humanidad por la pandemia y quemar barbijos, violar la cuarentena sin importar nada, poniendo en riesgo la salud de la población, y nunca hubo un solo policía (de la Ciudad) que pudiera siquiera molestar a las personas que lo hacían, aun cuando estaban violando la ley. Porque creemos que en democracia el derecho a la libertad de expresión es fundamental”, afirmó.

Y amplió: “Los hemos visto también colgar bolsas mortuorias en las rejas de la Casa de Gobierno con las caras de los principales dirigentes de nuestro espacio político, pero los violentos somos nosotros”.

“Colocar horcas y guillotinas en las plazas de la República. Es increíble el grado de cinismo y perversión. Quieren exterminar al peronismo. Es lo que quisieron desde siempre. Lo han intentado todo, las peores violencias. La desaparición de miles de compatriotas. No aceptan que el pueblo pueda expresarse y reclamar cosas diferentes a las que ellos quieren”, remarcó.

La exmandataria envió además un mensaje a los dirigentes de Juntos por el Cambio y, de cara al año electoral que se avecina, les pidió que “dejen de competir entre sí quien odia más y quien le pega más a los peronistas”.

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“Se los recomiendo como ciudadana, como compatriota. Esas competencias para ver quién es más duro, quién castiga más las manifestaciones populares, nunca llegaron a buen puerto en la Argentina. Tienen muy mala historia”, reseñó. Asimismo, les aconsejó “no repetir experiencias de las cuales todos después todos tenemos que lamentar”.

“Ha habido demasiada sangre en la Argentina para que sigan amenazando con tiro, bala, gas lacrimógeno, gas pimienta, a los que piensan diferente”, subrayó.

Además, aclaró que “aquí mismo, durante cinco días, hubo gente que pacíficamente se manifestaba” y “no era todo el día, era durante la mañana”.

“No vi insultar a nadie, no a desearle la muerte a nadie. Simplemente se vino a apoyar humildemente a un espacio político que tanto ha logrado para la Argentina. Por más que quieran ocultarlo o disimularlo desde sus construcciones mediáticas”, observó.

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Por último, se dirigió a sus seguidores y les tributó el apoyo brindado en estos días, luego del pedido de prisión en su contra que formulara el fiscal Diego Luciani en el juicio de la causa de obra pública y aseguró: “Aunque viviera mil años nunca me va alcanzar para agradecerles el amor, la solidaridad y la lealtad de todos ustedes”.

“A esta altura de mi vida no hay nada más importante que eso. Solo pido que no abandonemos nuestras convicciones nunca y sobre todo ese indestructible amor a la Patria que nos une a todos y a todas. Les pido que nos vayamos a descansar porque ha sido un largo día”, concluyó.