Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires

Desde hace tiempo los productores lecheros vienen siendo afectados por distintos factores que se enmarcan en impresiciones de las políticas públicas para el sector y las inclemencias climáticas que golpearon fuertemente a los tamberos de la cuenca lechera santafecina y cordobesa.

Según Daniel Oggero, miembro de la Comisión Ejecutiva de Apla, la producción láctea «viene siendo ninguneada y bastardeada».

Para el productor, se «cerró el único portal que el productor tambero tenía para llegar rápido al gobierno nacional con sus inquietudes».

Oggero explicó a Conclusión que la situación es preocupante porque «la Subsecretaría de lechería de la Nación, desapareció»; y agregó que «de esta manera no cuentan más con «un anhelo que los productores lecheros tuvimos por años, y que costó mucho tener, de un plumazo y sin muchas explicaciones más que algún balbuceo incomprensible de su ex titular», tuvieron como «toda respuesta».

El representante de los tamberos manifestó que tomaron conocimiento «unos días atrás de su desmantelamiento, desde Apla, pensamos que la otrora todopoderosa Mesa de Enlace haría oír su voz», sin embargo -recrimina el productor- «transcurrieron los días y nada, pensamos entonces que las mesas y otras entidades hermanas nuestras harían sentir su voz, pero otra vez el silencio».

Daniel Oggero dijo a este medio que anidaba cierta convicción que «desde el primer día de la asunción del ex director de la revista Infortambo , Alejandro Sammartino como titular de la Subsecretaria de lechería, que el fiel de la balanza se inclinaría para el lado de la industria», no obstante con cierta desazón -describe el tambero- «sabíamos que había sido puesto en ese lugar por los poderosos lácteos de siempre, basta darle una ojeada al portal de la revista antes mencionada o recorrer sus coquetas paginas para saber quien llena los espacios publicitarios más importantes de dicha publicación, ahora dirigida por el hermano del señor ex subsecretario de lechería, y darse cuenta a que intereses responde».

«Sabíamos también que dicha subsecretaría siempre molestó como un grano en las partes intimas a los Industriales lácteos,  puesto que las entidades representativas de la producción a través de ella teníamos llegada directa a los distintos ministerios y funcionarios más importantes del gobierno que en suerte estuviere gobernando, pero inocentemente pensamos, son las reglas del juego, estuvo gente de la producción en la subsecretaría, ahora habrá gente de la industria, así es la democracia, le abre puertas a unos y a otros cíclicamente. Lo que nunca imaginamos es que el subsecretario fuese una especie de vulgar entregador en el secuestro de nuestras esperanzas y anhelos a manos de un grupo de indolentes facinerosos».

El titular de Apla, también manifestó el dolor de los productores porque solo han tenido como única respuesta «el silencio», de las autoridades gubernamentales», puesto que «la actividad lechera es un espacio productivo que más trabajo y valor agregado genera en el interior profundo, y otra vez «es ninguneada y bastardeada» y se está «convirtiendo en un cementerio de olvido, dando por hecho que el único camino es la desaparición de mas y mas tambos, y no estamos tan seguros que se vaya a una concentración en manos de menos productores con mas litros ordeñados, si no , que lo que en realidad buscan ciertos personajes de tintes siniestros es más bien un negocio que quede manejado solo por ellos, a riesgo cierto de perder el autoabastecimiento».

Si tal cosa sucediera, expone el referente lechero «que no les vendría mal porque las multinacionales lácteas tienen la capacidad de traer de otros países la leche y todos sus derivados, y con eso generarse millonarios negocios de logística comercial y financiera,  importando sus productos y llevándose nuestras divisas hacia sus países de origen».

Para Oggero, este silencio de los miembros de distintas agremiaciones agrarias lleva «al abismo», pero se los «conoció durante años reclamando y ese silencio levanta mas sospechas a pesar que se los veía capaces de inmolarse en una ruta por los derechos de todos los productores agropecuarios de Argentina».

Por ultimo, Daniel Oggero graficó a Conclusión que se les «cierran todas las puertas, y nos queda la sensación de estar parados frente de un alto paredón sin entradas a la vista, en silencio, mientras al otro lado del muro la fiesta sigue», concluyó.