Diputados nacionales de Juntos por el Cambio, repudiaron a Hebe de Bonafini por sus declaraciones. «Nos encontramos viviendo tiempos de profundo desprecio y atropello a la libertad religiosa en nuestro país. En una entrevista brindada por la Sra. Hebe de Bonafini a la radio FM La Patriada expresó al referirse a los cristianos evangélicos: “El pueblo de Brasil es muy difícil. No sé si porque existe mucho analfabetismo, o por los evangelistas que te pudren la cabeza como los macristas. Son muy peligrosos ”.

Según los parlamentarios este tipo de declaraciones «son un reflejo de la discriminación sistemática a los cristianos evangélicos, y, en general, a las personas que profesan la fe cristiana. Es importante señalar que nuestra Constitución Nacional protege y ampara la libertad religiosa y que sus dichos vulneran este derecho y constituyen una grave amenaza a la convivencia social bajo una explícita
discriminación religiosa que amenaza a este derecho humano».

En la misma línea sostuvieron que resulta importante señalar «que según la Segunda Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes Religiosas en Argentina, realizada por el CONICET, la República Argentina cuenta con un 15.3% de habitantes pertenecientes a la religión evangélica.

Además, destacaron la actividad social y espiritual que llevan «las iglesias evangélicas hace más de un siglo en nuestro país han contribuido de modo especial en los tiempos más difíciles como se ha visto durante esta pandemia que transitamos y sus derechos deben ser respetados tal como señala nuestra Constitución Nacional y los Tratados Internacionales incorporados con dicha jerarquía a nuestra Carta Magna.

Los legisladores macristas, señalaron que es conocida la «posición político partidaria de la actora y sus constantes declaraciones en consecuencia de ello. Sin embargo, lejos de toda posición partidaria es fundamental que esta Honorable Cámara rechace aquellas manifestaciones que ofenden a los creyentes y que siembran el odio y la discriminación hacia los cristianos».

Finalmente, indicaron que tales declaraciones son «peligrosas» por tratarse de «de una figura pública que vela por los derechos humanos», al tiempo que alertaron que no colaboran «con la paz y la convivencia social» ya que se trata de una forma «selectiva», defender  algunos derechos humanos de algunos y a otros de ellos, vulnerárselos y perseguirlos.