Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires – La comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados avanzó esta semana con la firma del dictamen del proyecto de «juicio en ausencia», una herramienta que se podría aplicar en el caso del impune atentado a la AMIA, del que el próximo jueves se cumplirán 25 años.

El proyecto, que contaba con el respaldo del ministro de Justicia, Germán Garavano, y que busca reglamentar el juicio en ausencia para hechos graves como el genocidio, los crímenes de guerra y los delitos de lesa humanidad, y también para delitos perpetrados por el crimen organizado, como el narcotráfico, fue aprobado en la Cámara baja.

El proyecto fue impulsado por el diputado Daniel Lipovetzky (Pro), y fuertemente respaldado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que recibió a la radical Gabriela Burgos y al autor de la iniciativa para reactivar el debate en el Congreso.

La comisión de Legislación Penal presidida por la radical Gabriela Burgos, fue convocada por Burgos para el jueves las 17 en la sala 5 del edificio Anexo A de la Cámara baja. Pocas horas después de cumplirse 25 años del atentado a la AMIA.

En dialogo con Conclusión, el Daniel Lipovetzky señaló que el proyecto «crea un instrumento para que evitar que un imputado en una causa que no se presenta a juicio evita que la causa avance».

El legislador aclaró que «en el sistema penal argentino, las causas avanzan solamente si el imputado acusada esta presente», esto permite que alguien «que cometió determinados delitos como lesa humanidad, o perpetrados por el crimen organizado, como el narcotráfico- no se presenta y además esta amparado por un Estado que lo proteja».

Y Añadió: «Como es el caso de  los acusados iraníes en la causa del atentado a la sede de la Amia».

«El proyecto regula que se pueda juzgar en ausencia a esos acusados para que reciban condena si son declarados culpables, y luego puedan presentarse y defenderse. Buscamos que se termine con la impunidad. Como ya paso en otros países donde hubo un argentino “condenado en ausencia, como Astiz en Francia por los crímenes de las monjas francesas” desaparecidas durante la última dictadura, indicó Lipovetzky,