Informe especial de NA por Guillermo Malisani

Condicionado por elecciones presidenciales que generaron un trascendental cambio de rumbo, 2015 fue un año en que el debate económico pasó principalmente por el dólar, el cepo cambiario, la inflación y la tan temida devaluación.

No menor protagonismo tuvieron el creciente déficit fiscal, la emisión monetaria récord, la permanente caída del superávit comercial, el estancamiento industrial y el recrudecimiento del conflicto con los fondos buitre, en un escenario de menor crecimiento y crisis internacional.

El triunfo inesperado de Mauricio Macri derivó en un giro de 180 grados en la política económica que durante doce años y medio encabezó el kirchnerismo, determinando un movimiento pendular de consecuencias aún indefinidas.

La economía de corte keynesiano y marcada intervención estatal viró, en sus primeros pasos, hacia una política más próxima al libre mercado, con baja de retenciones, apertura de importaciones, endeudamiento externo y desregulación financiera, que tiene entre sus impulsores al ministro Alfonso de Prat Gay.

El año termina con una inflación cercana al 30% según las mediciones privadas, aunque para el INDEC -cuyas polémicas estadísticas fueron suspendidas por la nueva administración- se ubicó en menos de la mitad.

La anunciada unificación cambiaria incentivó la inflación en el último tramo del año y puede impactar fuerte en el 2016, conjuntamente con el ajuste en tarifas de luz y gas, y la puja salarial con los gremios que empezarán con el nuevo año.

En la Argentina, los años electorales siempre fueron traumáticos y de alto impacto en el ámbito económico y financiero, y 2015 no fue la excepción.

Una muestra fue la fuerte variación cambiaria de estos 12 meses, donde el dólar oficial empezó a 8,56 pesos y terminó por encima de los 13; lo que significó una depreciación superior al 50%, de los cuales un 35% correspondió a la liberación del mercado y la apertura del cepo del gobierno macrista tras más de cuatro años de vigencia.

En ese marco, las reservas del Banco Central terminarán en el orden de los 24.700 millones de dólares, lo que significará una baja de 6.750 millones contra fines de 2014.

Los vencimientos de deuda, en torno a los 14.000 millones de dólares -sólo 6.000 millones se saldaron en octubre con el Boden (el mayor de la era k si no se tiene en cuenta la cancelación con el FMI)-, también castigaron los fondos atesorados en el Central, junto con el pago de importaciones y de compras de energía al exterior.

Por cuarto año consecutivo, el déficit fiscal se mantuvo a ritmo creciente: trepó al 7% del PBI, casi el triple del año pasado, duplicando al presupuestado, al ubicarse cerca de los 388 mil millones de pesos.

Para cubrir ese rojo fiscal, el Gobierno apeló a una emisión récord, que provocó una suba del 40% en la base monetaria, la tasa más alta desde 2006.

Ante la amenaza de una devaluación la gente optó por comprar dólar ahorro -que marcó récord mes a mes-, totalizando casi 7.000 millones en el año y, por otro lado eligió gastar en el exterior a un tipo de cambio inferior que el paralelo.

El cóctel fue explosivo: mucha demanda de divisas y un 20% menos de dólares liquidados por los ruralistas que esperaban una devaluación.

La semana previa a las elecciones generales el dólar blue alcanzó un nivel récord: 16,11 pesos, casi 2,5 pesos más que a fin de 2014 y la tensión en el mercado cambiario alcanzó su punto más alto.

Como durante todo el segundo mandato de Cristina Kirchner, convivieron varios tipos de cambio: el oficial, el blue, el turista, el tarjeta, contado con liquidación, Bolsa, que prácticamente convirtieron al mercado en un ámbito inextricable.

Arbolitos y cuevas se colocaron a la cabeza de los más beneficiados del mercado, ya que ni siquiera dejaron de hacer ganancias con controles policiales y operativos del Banco Central.

Bancos y agentes financieros jugaron fuerte en el mercado de futuros y allí, bajo la venia del expresidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y el ministro de Economía, Axel Kicillof, hicieron compras millonarias de dólares a diez pesos que se pagarían en los primeros meses del 2016.

El mecanismo es legal y estaba orientado a mantener a raya el precio del dólar blue, pero las operaciones se hacían a un tipo de cambio irreal, que generó un abismo financiero de 70.000  millones de pesos, que a cambio de otros beneficios fue negociado por la administración de Prat Gay y recortado en 15 mil millones.

La Bolsa de Comercio volvió a ser una buena opción para ahorristas: cierra el año con una ganancia cercana al 40%, pero pudo haber sido mayor, ya que tras el balotaje tuvo una serie de jornadas negativas en las que perdió casi 25%.

Resultado de las principales variables económicas:

La balanza comercial, fuente genuina de ingreso de divisas, se desplomó y si bien mantuvo el resultado superavitario llegó a tocar niveles bajísimos.

Según estadísticas oficiales, el saldo positivo entre ventas al exterior e importaciones se derrumbó 70% respecto del año pasado y hasta octubre se ubicó en 1.800 millones de dólares, poco más del equivalente a dos meses de venta de divisas para ahorristas.

La expectativa de devaluación hizo que productores sojeros, trigueros y maiceros dejaran en silobolsas más de 13 mil millones de dólares en granos, que empezaron a liquidar una vez concretada la devaluación y anunciada la baja de retenciones.

La producción agraria se mantuvo en niveles récord y llegó a 110 millones de toneladas, de las cuales 60 millones correspondieron a soja.

En un complicado contexto externo, principalmente por el proceso recesivo en Brasil, y apenas sostenida por el consumo interno y sin reacción de la industria, la actividad económica cerrará el año en una pendiente, con un crecimiento de entre 1 y 1,5%, de acuerdo con estimaciones privadas.

La actividad industrial cerró uno de sus peores años: con un ligerísimo aumento del 0,5% contra el año pasado, presionado principalmente por la actividad automotriz por la crisis en Brasil y las restricciones para conseguir dólares.

Diferente fue la situación de la industria de la construcción, con un alza anual cercana al 6%, pero motorizado por las obras públicas y el programa oficial de viviendas, Progresar.

El consumo tuvo una marcada recaída respecto de años anteriores, pero igualmente fue el motor que impidió una mayor desaceleración económica, a partir de las medidas adoptadas por el Gobierno.

Sin datos oficiales, las estadísticas privadas ubicaron el nivel de pobreza en torno al 20%, más de 8 millones de personas, con un 4,5% de indigencia, aunque el impacto de la devaluación lo ubicará por encima.

Para el INDEC, el último dato de desocupación a mitad de año se ubicó en 5,9%, el más bajo en 28 años, aunque uno de cada tres ocupados trabaja en negro.

La lucha con los fondos buitre

Como telón de fondo del año, la batalla legal con los fondos buitre se reavivó: pese a la caída de la conocida cláusula RUFO, que le permitía al país acordar sin la obligación de mejorar la oferta a bonistas que entraron a los canjes, la negociación no prosperó.

Y no quedó ahí, a pedido de bonistas que nunca entraron a los canjes, el juez Thomas Griesa sumó mas demandas contra el país por alrededor de 8.000 millones de dólares y la situación quedó empantanada.

En los tribunales norteamericanos, el Gobierno sumó una a favor: consiguió que no fueran embargadas las reservas del Central y la ONU aprobó una resolución impulsada por la Argentina contra el accionar de los fondos buitre, aunque particularmente no mejora la situación del país.

Desafíos para el 2016.

El control del proceso inflacionario y el vendaval de reclamos gremiales serán los dos primeros desafíos de la administración macrista.

Los bonos de fin de año otorgados por algunos sectores empresariales constituyeron un tibio paliativo para frenar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores.

La lucha salarial empieza el primer día del 2016 y los gremios adelantaron que no pedirán menos del 30% para recuperar el terreno perdido.

La negociación con los fondos buitre -que el macrismo ya comenzó antes de asumir- y con los tenedores de bonos que no entraron a los canjes estará también en la agenda oficial.

Para el oficialismo, cerrar el denominado Juicio del Siglo es vital para la llegada de inversiones, tan necesaria para reactivar la economía, otro objetivo del Gobierno.

Los vencimientos del 2016 llegarán a 10 mil millones de dólares, en un contexto de fuerte aumento del financiamiento externo y proyectada caída de los precios de las materias primas.

Hechos económicos relevantes de 2015

Los episodios económicos más más relevantes del 2015 fueron los siguientes:

Enero:

* Fin de la cláusula RUFO: termina la restricción que impedía mejorar el pago de los bonos en manos de los fondos buitre.

* Banco Nación deja de financiar a sojeros que acopian granos.

* Organización Mundial del Comercio (OMC) falla contra la Argentina por restricciones a las importaciones.

* El superávit comercial cae al nivel más bajo desde 2001.

Febrero:

* Cristina Kirchner anuncia 15 acuerdos comerciales con China.

* La Justicia británica dicta un fallo en favor de la Argentina contra los fondos buitre.

   Marzo:

* El real brasileño llega a 3 pesos y enciende una señal de alarma a industriales argentinos.

* Ruralistas paran durante tres días y no venden hacienda ni granos.

* La industria automotriz en su peor momento: la venta de autos registra el resultado más preocupante en seis años.

* El juez neoyorquino Thomas Griesa habilita el pago de bonos emitidos bajo legislación nacional y el Gobierno celebra. Pero bloquea otros pagos.

* Por acordar con fondos buitre, el Gobierno expulsa al Citibank como intemediario de bonistas.

* CGT de Hugo Moyano realiza un paro para reclaman por el pago del impuesto a las Ganancias.

Abril:

* Empresarios pretenden que las paritarias tengan un techo de aumento salarial del 20%.

* Allanamientos en la city porteña para controlar el dólar ilegal.

* El FMI propone un plan de ajuste para encauzar la economía.

Mayo:

* Elevan el mínimo no Imponible de Ganancias a 25 mil pesos.

* El Gobierno promueve un techo salarial del 26%. Paro de los metalúrgicos.

   Junio:

* El FMI posterga hacer una evaluación de las estadísticas del INDEC.

* El Gobierno coloca deuda por 6.000 millones de pesos en bonos y suman 26 mil millones en el año.

 Julio:

* Tensión cambiaria: el blue sube por encima de los 15 pesos.

* Según un informe de la UCA el 28,7% de los argentinos tienen ingresos insuficientes.

* El Gobierno pretende elevar a 5.000 millones de dólares el swap con China.

   Agosto:

* Por las elecciones, el dólar blue supera los 16 pesos y la brecha con el oficial es del 70%. Fuertes ventas del Banco Central para contener la escalada cambiaria.

   Septiembre:

* Se agudiza la crisis económica y financiera en Brasil e impacta en la Argentina.

   Octubre:

* El Gobierno salda el Boden 2015 por casi 6.000 millones de dólares, el mayor vencimiento de la era k, y las reservas del Banco Central bajan 4.700 millones.

* El mercado de futuros del dólar se dispara y supera los 1.600 millones de dólares.

* El resultado de las elecciones, que deja bien perfilado a Mauricio Macri, genera euforia en los mercados financieros.

   Noviembre:

* Desde el macrismo prometen que si ganan las elecciones habrá un mercado único.

* El presidente del Banco Central es acusado por defraudación en las operaciones del mercado de futuros.

* Macri se impone en el balotaje. La expectativa de devaluación hace subir los precios con fuerza.

Diciembre:

*  Asume Macri la Presidencia y cuatro días después anuncia la eliminación de retenciones a exportaciones de trigo, maíz, sorgo, carne, pesca y economías regionales. Para la soja, la rebaja de 35 a 30%.

* El Gobierno anuncia la flexibilización de medidas para importar y se espera desde enero una rebaja en subsidios a tarifas de luz y gas.

* Prat Gay anuncia la eliminación del cepo cambiario y la unificación del mercado de cambio. El peso se devalúa 35%.