Unos 715.000 niños trabajan entre 1 y 84 horas semanales en la Argentina, de los cuales casi un tercio vive en zonas rurales, informó hoy el Ministerio de Trabajo.

En promedio, los chicos se inician en trabajos en zonas urbanas o rurales a los 11 años en el país, una edad en la que tendrían que estar abocados al estudio en la escuela y a actividades recreativas.

La cartera que conduce Jorge Triaca reveló en rueda de prensa los primeros datos de la Encuesta de actividades de niñas, niños y adolescentes (EANNA), para la que se realizó un relevamiento en todo el país.

La tasa de trabajo infantil en la Argentina es del 9,4% mientras que en el promedio de los países desarrollados está en el 7,3%, pero el Gobierno explicó que eso responde a la manera en que se define del trabajo infantil.

El Gobierno de Cambiemos definió a este flagelo como la actividad económica o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada al menos una hora a la semana por niños y niñas que no tienen la edad mínima de admisión al empleo o trabajo.

José de Anchorena, subsecretario de Estadísticas, Estudios y Políticas Laborales, comentó que el Gobierno decidió hacer esta encuesta en la que responden directamente los niños para contar con datos sobre el trabajo infantil para la formulación de políticas públicas.

La última encuesta de este tipo había sido realizada en 2004, por lo que ahora el Gobierno trabajó sobre una población objetiva de 8.965.801 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años, que residen en viviendas particulares.

Del total, unos 1.333.963 son adolescentes de 16 y 17 años en condiciones de trabajar en «empleos cuidados»: 408.821 (el 30,6%) dijo que realiza algún tipo de trabajo, la mayoría para el mercado laboral en malas condiciones.

El 48,5% de esos adolescentes trabaja para un patrón y el resto realiza tareas en el hogar (por ejemplo limpiando, cocinando, cuidando a hermanos menores o ancianos) o por cuenta propia para el autoconsumo. .

Por otro lado, en la Argentina hay unos 7.631.837 niños y niñas de entre 5 y 15 años que están afectados por el trabajo infantil, lo cual no les complica o imposibilita estudiar y realizar actividades recreativas.

Anchorena puntualizó que si bien falta un cotejo exhaustivo con la encuesta realizada en 2004, que se basó sólo en algunas regiones del país, la situación del trabajo infantil «ha mejorado en los últimos trece años dado que la tasa de afectados ha ido disminuyendo».

Miguel Velarde, director de la EANNA, explicó que si bien en las ciudades hay muchos más chicos trabajando por la densidad poblacional, la tasa promedio es del 21,2% en la zona rural y del 7,5% en la urbana.