Por el Licenciado Juan E. Valerdi*

Este domingo 28 de marzo Horacio Verbitsky (en adelante HV) escribió, en la nota principal de su portal «El Cohete a la luna», un texto en el que habla sobre la actual negociación con el FMI y los antecedentes históricos de la relación de ese organismo con la Argentina. No puedo dejar de comentar dos afirmaciones que forman parte de las conclusiones y que parecen contradecir no sólo lo que HV expresa en párrafos anteriores de su nota, sino también las últimas palabras ampliamente difundidas de CFK sobre el tema deuda con el FMI (Palabras de CFK en el acto realizado en Las Flores el 24 de marzo pasado(2)). En ese acto CFK dijo «…todos sabemos que en los plazos y con las tasas que se pretenden no solamente es inaceptable, que podría ser una actitud subjetiva, no es un problema de subjetividades, es un problema de que no podemos pagar porque no tenemos la plata para pagar».

HV afirma en su texto que, si se llegara a un acuerdo de 10 años con 4 de gracia «…en el peor de los casos, tal como ya ocurrió con los acreedores privados, no habría desembolsos pautados durante lo que queda del actual gobierno. Y las renegociaciones no son mala palabra en Washington y Nueva York, sino todo lo contrario.» Y en el párrafo siguiente, último dedicado al tema negociación con el FMI: «Si se arribara a esta solución, Alberto, Cristina y Guzmán celebrarían juntos. De lo contrario, nadie olvidaría que ella advirtió que de otro modo sería imposible gobernar la Argentina».

Salvo que yo me equivoque en la interpretación de lo que dijo CFK, lo que ella pidió no es un plazo y tasas habituales sino excepcionales y fuera de norma. Esto es totalmente compatible con las condiciones que rodearon el préstamo concedido a Mauricio Macri por parte de EEUU mediante el uso de su órgano controlado, el FMI. Si lo habitual para el FMI son acuerdos de hasta 10 años y el «aporte de campaña» que le dieron a MM fue el doble del monto que la carta orgánica autorizaba al organismo no parece alocado pensar en que un acuerdo a 20 años fuera demandable políticamente por el actual Gobierno. Y no estoy tratando de hacer uso de argumentos de negociación relacionados con las irregularidades que el presidente AF marcó en su discurso de apertura de las sesiones del congreso de este año, ya que las mismas parecen apuntar a cuestiones de responsabilidad local y no del organismo. Al menos eso se deduce de los dichos del propio AF en ese discurso.

Obtenida entonces la excepcionalidad que amerita un préstamo con irregularidades técnicas y políticas sobradamente conocidas, entonces sí podría «celebrarse» el logro político. Aunque difícilmente pueda «celebrarse» desde el punto de vista económico y de soberanía el tener al FMI con derecho a permanencia e injerencia en nuestro país por las próximas dos décadas, en especial cuando es imposible descartar que una parte de los votantes de las clases medias incline nuevamente la balanza en favor de las soluciones neoliberales, reflejando cierta tendencia suicida desde el punto de vista económico, política y social. Por eso yo creo, a diferencia de HV, que CFK de ninguna manera «celebraría» un Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF Extended Fund Facility) clásico del FMI por 10 años con 4 de gracia, pero tampoco la veo festejando aún en el caso de que sea excepcional y a 20 años con tasa bonificada y quien sabe cuantos de gracia.

Porque si algo ha demostrado CFK es que su visión no es cortoplacista y con el solo objetivo de ganar elecciones, sino que tiene en cuenta las implicancias a futuro para Argentina y en ese caso no hay forma de festejar que el FMI se quede por 20 años instalado en Argentina. Porque tal vez se pueda hacer fuerza para evitar su injerencia por 3, 7 u 11 años, pero siempre estaría la espada de Damocles sobre las cabezas de los argentinos y la próxima renegociación que, para HV, «no es mala palabra en Washington», podría llegar durante el Gobierno de Larreta, Massa o Espert. Y en ese caso Dios nos libre de los resultados de ese acuerdo. Respecto de la mención que hace HV de Hebe de Bonafini, la líder de las Madres de Plaza de Mayo parece haberse expresado, el jueves pasado, en línea con CFK y no como parte del «exabrupto» que le asigna HV en su nota. Lo que parece explicar porqué en sus críticas Bonafini menciona explícitamente a AF y Guzmán y no nombra a CFK.

Que habrá una renegociación de modo inexorable con los acreedores privados cuyo acuerdo se cerró en 2020 lo deja bien claro el actual riesgo país o rendimiento de esos bonos, ese acuerdo se hizo para patear el problema para adelante, no para resolverlo. El acuerdo con los privados era urgente para los acreedores y para el FMI porque un default pleno de Argentina podría llevar a un efecto ejemplificador sobre los deudores del resto del mundo o dominó sobre el sistema financiero mundial, cuya estructura está «atada con alambre» desde hace años. Pero mucho más urgente era para los funcionarios macristas que tomaron esa deuda y festejaron el acuerdo como una amnistía implícita para sus desfalcos. La negociación con el FMI tiene las mismas urgencias, los decorativos y muy bien remunerados burócratas del organismo que necesitan cerrar ese episodio y evitar que derive en el fin de la carrera de algunos, como pasó por el accionar del FMI en 2001 en este mismo país. Y los funcionarios locales macristas, aunque deben dar por descontada la complicidad del poder judicial, según se desprende del diagnóstico del propio AF en su discurso del 1ro de marzo, podrían sumar un fuerte argumento en su defensa si se acuerda pagar de algún modo la deuda que se los acusa de tomar ilegalmente. El acuerdo de pago con FMI sería, de hecho, una 2da amnistía por el saqueo que realizaron.

 


*La nota de HV en el cohete a la luna que da origen al presente texto puede leerse en el siguiente link: https://www.elcohetealaluna.com/por-que-tanto-barullo-perogrullo/

Tuve un contrapunto previo con HV respecto de diferentes visiones del criterio de «éxito» en la negociación de deuda y viene al caso mencionarlo. En ese caso le respondí a HV, públicamente, por el tema negociación de deuda con acreedores privados, ya que en la nota principal publicada en su portal, Cohete a la luna, el domingo 16 de agosto de 2020, mencionaba mi nombre como un economista crítico a los festejos por el acuerdo de deuda con privados, pero «no mostraba los números que respaldaban esa crítica». Mi respuesta a HV se puede ver en: https://www.elcohetealaluna.com/los-numeros-de-la-deuda/ y allí no me centro en números porque mi crítica no es numérica o técnica sino política, ya que economistas que hablan de números y no de poder ni de política hay de sobra. En resumidas cuentas mi crítica a los festejos por el acuerdo con acreedores privados son relacionadas con la forma de medir el «sacrificio» de los acreedores o el mérito del gobierno argentino en su negociación y por ende «beneficio» para los argentinos. En la casi totalidad de los casos el gobierno y los economistas que aplaudieron y «festejaron» el acuerdo mostraron los mismos números que los acreedores para medir ese «beneficio» y el «sacrificio» de la contraparte, cuando en realidad lo que se estaba mostrando es una trampa de perspectiva que hizo que deudor y acreedor midieran con la vara del acreedor. Los acreedores motivados por el afán de minimizar su «sacrificio» en la negociación y el Gobierno para exagerar méritos en los «beneficios» obtenidos, llegando incluso a compararlos a los obtenidos por Néstor Kichner en su negociación, a mi entender, verdaderamente exitosa. Cabe mencionar que el mismo domingo 16 de agosto en que HV me permitió en derecho a réplica publicó una «respuesta a mi respuesta», en esa nota insistía en la discusión numérica y en fortalecer una postura en que el deudor mide con la vara del acreedor. Esa forma de posicionarse es, sin duda, funcional a los intereses de los acreedores y esa visión, en el marco de una negociación con privados o con el FMI u otros organismos, es una mimetización de intereses peligrosa para el futuro de la Argentina como país social, económica y sobretodo políticamente viable.

Puede escucharse el extracto del audio de CFK en el acto del 24 de marzo, en su referencia al FMI, acá

Para los cálculos de porqué es imposible para Argentina pagar la deuda con el FMI con un acuerdo tradicional, a 10 años con 4 de gracia, y porque y cómo podría pedir un acuerdo a 20 años, recomiendo especialmente la lectura del artículo de Walter Graziano  «¿Qué pretende el FMI? ¿ayudar o fundir a la Argentina?», publicado el pasado jueves 26 de marzo en ámbito financiero. Se puede acceder al artículo acá