La Secretaría de Comercio extendió hasta el 24 de enero el plazo para la inscripción al Padrón de Deuda Comercial por Importaciones con Proveedores del Exterior.

En un comunicado, la dependencia nacional precisó que «el padrón de deuda comercial de importadores (DJDI), que se abrió el 27 de diciembre, superó los USD 14.000 millones el día de hoy», tras lo cual agregó que «éste es el primer paso fundamental para regularizar la deuda de importadores».

De esta forma, la inscripción al padrón, que vencía inicialmente el miércoles 10 de enero, será prorrogada hasta el 24 del mismo mes debido a algunas demoras operativas que impidieron la carga de determinadas deudas, según se precisó.

La iniciativa pretende «conocer y transparentar la deuda real» que las empresas tienen con proveedores del exterior.

El viernes pasado, en una reunión con autoridades de la Unión Industrial Argentina (UIA), el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, junto a funcionarios del Banco Central, dialogaron sobre el tema.

Ese encuentro, que duró casi dos horas, fue organizado por el Gobierno para seducir a los empresarios a suscribirse a los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal), diseñados por el BCRA para despejar el stock de deuda que tienen las empresas, estimado extraoficialmente en más de US$ 60.000 millones.

Los Bopreal son títulos que se suscriben en pesos al tipo de cambio oficial mayorista y se pagan en dólares en plazos que llegan hasta 2027.

Con los bonos, la autoridad monetaria aspira a estirar los plazos de pago de las acreencias en un contexto de alicaídas reservas internacionales.

Las dos licitaciones realizadas hasta el momento encontraron una muy baja respuesta por parte de los importadores.

Al terminar el encuentro del viernes pasado, fuentes empresarias comentaron que «fue una reunión institucional en la que nos explicaron las ventajas que, a su entender, tienen los Bopreal; ellos confían en que el bono va a caminar pero nosotros tenemos dudas; creemos que al instrumento aún le faltan algunas zanahorias para que sea más atractivo».

Es que los empresarios evalúan que, al no saber aún a cuánto van a cotizar los instrumentos en el mercado secundario, no pueden saber a ciencia cierta si les conviene suscribirse al bono o no.

Los hombres de negocios propusieron alternativas como un mayor acceso al mercado único y libre de cambios (MULC) para quienes entren al Bopreal o la posibilidad de anticipar una parte en el mercado del dólar contado con liquidación (CCL), entre otras opciones.

Un capítulo aparte mereció el tema de las pymes: «Para ese segmento es aún más complicado, porque tienen menos capacidad de entender el funcionamiento de la herramienta y otras urgencias; en ese marco pedimos alguna solución alternativa, y nos dijeron que cuando tengan el padrón definitivo de deudores van a ofrecer algo más para las pymes», contó un empresario que participó del encuentro.