El FMI enviará a partir de hoy, en formato de Derechos Especiales de Giro (DEG), 4.355 millones de dólares a la Argentina, monto que reforzará las reservas del Banco Central. Gran parte de ese monto será destinado a afrontar dos vencimientos con el organismo multilateral por un total de USD 3.600 millones en lo que resta del año.

De esa forma, los pagos al Fondo no representarán un golpe para las reservas del BCRA, en momentos en que existen presiones del mercado sobre el dólar. Dichos pagos, por USD 1.800 millones cada uno, deberán cancelarse el 22 de septiembre y el 22 de diciembre próximos.

La dirección del Fondo Monetario propuso como medida para atenuar el impacto de la pandemia una ampliación de capital y que ese dinero sea destinado a sus países miembros en proporción a sus cuotas, en formato de DEG.

Los DEG son un activo de reserva internacional creado por el FMI en 1969, cuyo valor se calcula en base a una canasta de cinco monedas: dólar, euro, renminbi, yen y libra esterlina. No constituyen un nuevo endeudamiento y pueden conservarse como reservas o convertirse a monedas de libre uso.El FMI hizo esta misma operación en 2009, cuando también giró DEG a sus países miembros en medio de la crisis de Lehman Brothers.

En total se emitirán USD 650.000 millones, y a la Argentina le tocarán USD 4.355 millones, equivalente a la cuota del 0,67% que el país tiene en el organismo.

Estos recursos pasarán inmediatamente a incrementar las reservas del BCRA, como enfatizó días atrás Martín Guzmán. Representan más del 10% de las tenencias internacionales brutas (el viernes pasado cerraron en u$s42.048 millones), que superarán los u$s46.000 millones por primera vez desde el 23 de octubre de 2019, cuando el país atravesaba una sangría de divisas antes de que el ya saliente gobierno de Cambiemos endureciera el cepo cambiario.

También equivalen a más del 50% de las reservas netas (excluyen los pasivos de la cuenta), que las distintas consultoras privadas estiman hoy en alrededor de u$s7.000 millones, luego de que perdieran unos u$s1.500 millones desde mediados de julio producto de los pagos de deuda y las intervenciones del Central para contener la brecha cambiaria. Si se contabilizaran como parte de las mismas, pasarían a rondar los u$s11.000 millones. Aunque no existe un consenso entre los analistas al respecto.

Mientras, el Gobierno sostiene el reclamo para que los DEG de países que no los utilicen sean redistribuidos entre los países vulnerables y de ingresos medios. Así, aspira a que Argentina reciba más divisas. Al repartirse de acuerdo a las cuotas de participación en el Fondo, el 57,8% de los u$s650.000 millones irán a economía desarrolladas y sólo u$s275.000 millones al resto. El G20 debate la creación de un Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad nutrido con aportes voluntarios de Estados que no utilicen sus DEG para luego destinarlos a los países vulnerables. De ese fondo, Guzmán espera que surja una nueva línea de crédito del FMI con más plazo y menos tasa a la que más adelante pueda migrar el programa de Facilidades Extendidas que hoy está en negociación,