Por Santiago Fraga

El día posterior a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso) de este domingo, el dólar cayó fuertemente en 52 centavos, cerrando en $17,46 para la venta tras una semana en la que había llegado a superar los 18 pesos.

Según un promedio realizado por el Banco Central, la divisa finalizó la rueda a $17,01 para la punta compradora y a $17,46 para la vendedora. En las pizarras del Banco de la Nación, el dólar finalizó con tendencia negativa, a $17,32. En el segmento mayorista, el dólar cerró a $17,13, lo cual representó una baja de 58 centavos con relación al cierre del viernes último.

Para entender la relación entre las elecciones de este fin de semana y el nuevo valor de la divisa, Conclusión dialogó con Esteban Guida, economista y presidente de la Fundación Pueblos del Sur, quien explicó las variantes que influyeron en este movimiento y qué se puede esperar del futuro, y las resumió en cinco puntos claves:

– Existe un vínculo entre las elecciones Paso y el tipo de cambio de hoy, lo que no significa que estos movimientos tengan por detrás una lógica estrictamente económica, más allá de especulativa. Para que un modelo económico altamente especulativo y restrictivo se sostenga, hace falta mucho poder político, por lo que un congreso de mayoría opositora erosiona la capacidad de sostener esas medidas.

El Banco Central cambió su actitud de tener un mercado cambio bastante liberalizado y en los últimos días intervino, dispuesto a mantener un tipo de cambio bajo y perdiendo más de 1.500 millones de dólares para que no se genere incertidumbre de cara a estas elecciones Paso.

– Se espera que durante los próximos dos meses la actitud sea la misma, para mantener controlado el tipo de cambio. Sin embargo, independientemente de los resultados de octubre, es una situación que no se puede sostener en el tiempo porque las reservas se van acabando no sólo por la balanza comercial deficitaria, sino por intereses de deuda y fuga de divisas, con lo que la actitud de la autoridad monetaria resultaría más costosa y no se sabe hasta qué punto sostenible.

– Cuando la balanza comercial empiece a ser agudamente deficitaria eso va a generar una necesidad devaluatoria, por el contrario, cualquier modificación de un tipo de cambio va a tener un impacto muy negativo en términos del costo de la deuda y de una economía muy abierta. Estas contradicciones son los que generan incertidumbre, independientemente de la composición del Congreso.

– El Banco Central ha mantenido, salvo en la primera apertura en diciembre de 2015, una postura gradualista (dicho incluso por el Gobierno), por lo que cuando no se pueda sostener más la medida, eso no significará un nuevo cambio abrupto en el sentido inverso.