El 2018 cerró con indicadores magros en materia económica y la recesión se hace sentir en los distintos rubros de actividad.

Con ese marco, Conclusión consultó con comerciantes de distintos barrios y sectores de Rosario sobre el balance del año que se va y las expectativas para lo que viene en este 2018.

Las respuestas fueron por demás elocuentes, ya que si bien alguno de los consultados se “sorprendió” con la ventas navideñas ya que “esperaba que sea menos”, el resto consideró que fue un año “muy malo”, en el que hubo que “aguantar” y respecto a lo que viene se esperanzaron en que “la cosa cambie” e incluso uno llegó a esbozar que su expectativa era “que llegue octubre” en referencia a las elecciones presidenciales.

Entre las cosas que más complicaron a los comercios rosarinos, según explicaron sus dueños o empleados, están los sucesivos aumentos de tarifas, así como de alquileres e incluso mercadería, que no puede dejar de comprarse para mantener el negocio. También la depresión generalizada del mercado interno afectó las ventas por lo cual hubo que pagar cuentas cada vez más gruesas con ingresos cada vez más bajos.