Las ferreterías, uno de los rubros considerados esenciales durante la pandemia de Coronavirus y que tuvo mucha actividad durante la emergencia sanitaria, se encuentra atravesando un momento complejo desde 2022 a la fecha.

En ese sentido, las dificultades para importar elementos necesarios para la fabricación, a raíz de trabas en el ingreso de mercadería del exterior, ha provocado faltante de insumos y sobrecostos que dificultan la fabricación de productos para la venta local.

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Los elementos que no son importados, a raíz de este mayor control sobre las operaciones de las empresas, tampoco pueden ser reemplazados en el mercado interno, por lo que se acumula la demanda, se demoran las entregas y también se disparan los precios finales, con aumentos de hasta el 20% por encima de la inflación.

El cepo a las importaciones y el nuevo Sistema de Importaciones (SIRA) han profundizado la crisis que atraviesa el sector.

Por otra parte, esta situación mermó la producción local y le puso un freno a la actividad. De hecho, en los últimos tres meses informados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) marcó tres caídas consecutivas contra el mes anterior.

Al respecto, septiembre cayó 0,2% en relación a agosto, octubre 0,5% contra septiembre y noviembre 0,7% contra octubre, en lo cual además de notar cierta tendencia, se nota una aceleración de la misma.

La Cámara Argentina de Comercio presentó una encuesta acerca del nuevo sistema de importaciones SIRA y de la misma se desprende que el 93% de las empresas afirma que, ante la imposibilidad de importar, se redujo su nivel de inventario y ventas.

Además, el 76% indica que se le aprobaron menos del 25% de los trámites para ingresar mercadería del exterior. Por último, el 83% de las empresas encuestadas dijo que ya le afectó al normal funcionamiento de la empresa.