Distintas consultoras expusieron en las últimas horas sus proyecciones de cara a los dos primeros meses de gestión del presidente electo Javier Milei y auguraron que la inflación acumulará un alza de 40% en ese bimestre a raíz de la finalización de los programas de control de precios y otras desregulaciones.

La disparada inflacionaria de diciembre y enero tiene algunos atributos que la hacen previsible. Puede oscilar levemente el porcentaje que arroja cada una, pero todas las proyecciones apuntan que la suba rondará los 40 puntos porcentuales.

En dialogo con Ámbito Financiero, Rocio Bisang, economista de la consultora Eco Go expuso que los relevamientos permiten estimar que diciembre podría mostrar un incremento de 26,4% -un número que, aclara, es preliminar-. En el primer mes del año, el indicador arrojaría cierta descaleración, pero igual seguiría en valores muy superiores a los actuales. Un 17,5% es lo que aguardan para entonces desde Eco Go, acumulando un 43,9% en el bimestre.

Ramiro Castiñera, de la consultora Econométrica, habló con el mismo medio y adelantó que estos porcentajes podrían estar en 18% y 19% en diciembre y enero, respectivamente. Gonzalo Semilla, economista jefe del Centro Regional de Estudios Económicos de Bahia Blanca Argentina (CREEBBA), apuntó que las estimaciones tan tempranas pueden generar «falsas o malas expectativas», pero reconoció que los trascendidos en torno a lo que viene hablan de «20% para este mes» y «algo similar, de entre 15 y 20%» para enero.

El economista y jefe de Research en Ecolatina, Santiago Manoukian, señaló ante Ámbito que en diciembre esperan una aceleración y que los próximos meses habrá un reacomodo de precios relativos, como los asociados a tarifas de servicios públicos, telecomunicaciones, prepagas y combustibles, entre otros. Es en la primera parte de 2024 donde la inflación -dijo- acelerará fuertemente.

Nada imprevisto

Ninguno de estos aumentos de precios estarán por fuera del plan económico previamente anunciado por el presidente electo Javier Milei, que en una entrevista reciente ratificó que en la primera mitad de su mandato habrá una estanflación, donde un alto aumento de precios convivirá con una abrupta caída de la actividad.

El fin del los programas de control de precios que -no sin dificultades y deficiencias en su aplicación- regían hasta el momento, una devaluación en ciernes y aquellos aumentos que los privados suelen aplicar «por las dudas» y luego no se retrotraen, elevarán el IPC.

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De esta forma, los productos de primera necesidad como alimentos, bebidas y otros sufrirán subas, al igual que las tarifas de gas, luz y agua. Las cuotas de los colegios privados, las prepagas, el transporte, los medicamentos y los peajes también aparecen como ítems que empujarían la inflación hacia arriba.

Resta conocer a fondo los mecanismos de contención -si es que existen- que aplicará el futuro gobierno para evitar que la oleada inflacionaria, en combinación con el ajuste fiscal, arrastren al conjunto de la población. De momento solo indicó que «la única billetera que estará abierta» para «gastar de más» será la del Ministerio de Capital Humano que conducirá Sandra Pettovello, aunque aclaró que todo recurso que requiera terminará extraído de otra partida presupuestaria a los fines de mantener el recorte.

Este panorama de baja de la actividad económica en convivencia con alta suba de precios al consumidor duraría -según planteó Milei- entre 18 y 24 meses hasta que finalmente los indicadores lleguen a estabilizarse.