Este jueves trascendió que la poderosa cadena de supermercados Carrefour había presentado un Proceso Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Nación con el objetivo de “encontrar soluciones para garantizar la sustentabilidad de sus operaciones en Argentina”.

Desde la firma, que tiene 18 mil empleados en el país y 453 en Rosario (repartidos en cinco sucursales), aseguran atravesar una situación económica compleja luego de «tres años de pérdidas en el país», donde tiene 585 sucursales.

El Proceso, que debe ser aprobado aún por el Ejecutivo nacional, buscaría generar alternativas para la empresa, con asistencia económica del estado y la condonación de aportes, bajo el compromiso de no despedir trabajadores.

El Ministerio de Trabajo, comandado por Jorge Triaca, deberá expedirse sobre la presentación de Carrefour para ingresar en el Proceso Preventivo de Crisis.

Para la aprobación, Carrefour deberá presentar los balances contables de los últimos tres años ante el ministerio para demostrar el estado «crítico» de sus cuentas.

El delegado gremial y miembro del Consejo Directivo del Sindicato de Empleados de Comercio rosarino, Diego Virgili, en diálogo con Conclusión, se mostró reacio a creer en el descargo empresarial.

«Entendemos que no están en crisis, que tienen ganancias exorbitantes; lo que sí hemos observado son años de mala gestión, de mala administración, del presidente para abajo, lo que llevó a la empresa a esta situación, en un contexto en el que ha bajado el consumo», afirmó Virgili.

Y agregó: «Es una realidad social que vemos todos los días pero no eso no implica que estén atravesando una crisis empresarial».

Tasa de retorno y despidos encubiertos

Desde 2009 a esta parte, contabilizando las cinco sucursales que tiene la compañía francesa en Rosario, la planta total de trabajadores se redujo de (alrededor de) 800 a los 453 puestos cubiertos actualmente.

Es esa realidad la que lleva al gremio a desconfiar de esta solicitud de Carrefour, tras la cual ve la intención de la empresa de seguir reportando tasas de retorno a su casa matriz a costa de despidos encubiertos, tras la figura del retiro voluntario.

«La práctica usual de estos años de reducción de personal es: ofrecer indemzación a los trabajadores, bajar dotación para renovar la antigüedad, y muchas veces desde la figura del retiro voluntario que para nosotros no son más que despidos encubiertos. Y se reduce la planta y el resultado es que un trabajador termina haciendo el trabajo de 2 o 3, hay mayor precarización» sostuvo Virgili.

El delegado gremial aseguró que «lo fundamental son las fuentes de trabajo», y que junto al Sindicato de Empleados de Comercio se encuentran «en estado de alerta», a la espera de la resolución ministerial.

En palabras del dirigente, el procedimiento preventivo de crisis le permitiría a la firma «bajar las cargas patronales, ahorrarse entre un 45 y un 55%, por la asistencia estatal». Durante ese período, deben comprometerse a no despedir gente».

Para Virgili, el «huevo de la serpiente» es la tasa de retorno que se le exige a Carrefour desde su casa matriz en Francia.

«Carrefour está formando precios de acuerdo con la inflación, como ha bajado el consumo y desde Francia siguen exigiendo el envío de una suma que nunca puede bajar, ajustan por el lado del trabajo, y en este caso pidiendo la asistencia mediante el procedimiento de crisis», señaló el gremialista.

Y resaltó una contradicción en el manejo empresarial. «En los briefing que van a haciendo desde la compañía, los previstos en las ventas les dan favorable, no con pérdidas, es decir los objetivos evaluados por la empresa ellos dicen que los cumplen y hasta 2015 fue el supermercado que mas vendió en el país», cerró.

 

Nota relacionada:

Carrefour presentó procedimiento preventivo de crisis ante Trabajo