El Banco Mundial advirtió que en el contexto combinado de recesión económica y crisis financiera a causa de la pandemia de coronavirus podría dejar en la pobreza extrema a 60 millones de personas este año.

Además, la entidad estimó que el nivel de producción podría reducirse un 8% en los países emergentes.

El organismo multilateral indicó, además, que las naciones en desarrollo exportadoras de energía sufrirían un desplome en los ingresos por exportación de petróleo podría provocar una disminución económica promedio de alrededor del 11%.

El presidente de la entidad, David Malpass, pronosticó este miércoles “una profunda recesión mundial acompañada de un colapso en el comercio mundial, el turismo y los precios de los productos básicos y una volatilidad extraordinaria del mercado”.

“La pandemia también tendrá un impacto socioeconómico severo y duradero que puede debilitar las perspectivas de crecimiento económico a largo plazo y reducir la inversión debido a la gran incertidumbre”, agregó Malpass en información consignada por la agencia Bloomberg.

«La pandemia dejará daños duraderos, incluyendo inversiones e innovación más débiles, el desgaste del capital humano a través del desempleo y la pérdida de educación, y la posible destrucción permanente de relaciones comerciales y cadenas de suministro”, sostuvo la entidad multilateral un informe semestral sobre las perspectivas económicas mundiales.

En ese marco, la Cepal alertó por su parte que la pobreza en América Latina aumentaría al menos 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas adicionales) con respecto al año previo, por lo que alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas (el 34,7% de la población de la región).

Entre estas personas, la pobreza extrema aumentaría 2,6 puntos porcentuales (15,9 millones de personas adicionales) y llegaría a afectar a un total de 83,4 millones de personas.

También habría «un fuerte deterioro de la posición de las personas que pertenecían a los estratos medios, aunque los impactos disminuyen a medida que se avanza en la escala social», con lo cual «los estratos medios-bajos serían los más afectados».

La Cepal estima que «se deterioraría la situación económica de al menos un 15% de estas personas: 16,7 millones pasarían a pertenecer a estratos de bajos ingresos, pero aún fuera de la pobreza, en tanto que 2,5 millones quedarían en situación de pobreza, principalmente no extrema».