El Banco Central de la República Argentino dispondrá de nuevas medidas para restringir otra vez el pago de importaciones y así dará marcha atrás con las facilidades que se habían instrumentado en la primera semana de julio para que las empresas pudieran acceder a dólares.

A partir de este jueves, y una vez que se reúna el directorio de la entidad, el BCRA colocará nuevamente las restricciones para el pago de deudas comerciales con el exterior. Hay que recordar que hasta el día de hoy se permite acceso directo al Mercado de Cambios para ese menester en operaciones dentro del límite de un millón de dólares, que también rige para la realización de pagos anticipados de importaciones.

Según lo informado por el economista Julián Guarino, estos últimos no sufrirían grandes cambios, aunque podrían ser alcanzados por una reducción en las fechas límite contempladas para definir los períodos que se fijan para incluirse dentro del pago de las mismas.

En vista de que las últimas semanas se aceleró la demanda de dólares, el límite autorizado de un millón de dólares que rige para el pago anticipado de importaciones podría no ser habilitado hacia adelante para el pago de otras obligaciones pasadas con el exterior, al menos en una franja temporal.

Según detalló el economista en el diario Ámbito Financiero, hace algunas semanas,  el BCRA también había liberado el pago de las cartas de crédito libradas por bancos internacionales a favor de importadores locales al momento de su efectivo vencimiento. En este sentido, se espera la decisión final del momento elegido para imponer las nuevas restricciones. En su momento, cámaras empresariales como la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) y la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), además de entidades representantes de pymes habían planteado las dificultades generadas por la resolución 7030 del BCRA del pasado 28 de mayo.

La norma disponía que los importadores no tendrían acceso a las divisas mientras tuvieran dólares depositados en el exterior y que, en materia de deuda comercial, debían retrotraerse a su situación del 1 de enero para poder volver a comprar divisas.

Posteriormente, el 25 de junio llegó la primera flexibilización con la Comunicación A7052, que entre otras cosas dispuso el cupo de u$s1 millón para el pago de importaciones. Una semana después, y a partir de la queja empresarial, se dispuso que también pueda ser utilizado para pagar deudas comerciales.

Hay que tomar en cuenta que una de las principales críticas a estas restricciones que se habían realizado por parte de las empresas obligadas a importar insumos era que la entidad que conduce Miguel Pesce no había contemplado la estacionalidad de algunas actividades y los plazos de financiamiento otorgados por sus proveedores, que pueden llegar a 3 o 4 meses. La polémica Comunicación A7030 había impactado a muchas de esas compañías que habían pagado en el comienzo del año o que tenían pendiente de pago compras al exterior realizadas a fines de 2019.