El Gobierno restableció por este mes «de manera extraordinaria y transitoria» el Programa de Incremento Exportador (PIE) para la soja, con la particularidad de que, en lugar de determinar un tipo de cambio diferencial, el estímulo estará en que los exportadores tendrán libre disponibilidad sobre el 25% de las divisas que liquiden. En su quinta edición, el PIE será para «aquellos sujetos que hayan exportado en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores a la entrada en vigencia de este decreto».

Para el caso de los sujetos que efectúen operaciones de exportación de mercaderías que requieran de Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) «se consideran incluidas, en el marco de lo dispuesto en esta medida, aquellas previas o posteriores a la fecha de entrada en vigencia de este decreto, aun sin estar perfeccionadas, así como la compraventa con precio en pesos a fijar».

El decreto precisó que «el 75% del contravalor de la exportación de las mercaderías, incluidos los supuestos de prefinanciación o posfinanciación de exportaciones del exterior o un anticipo de liquidación, que sean objeto de adhesión al Programa, deberá ingresarse al país en divisas y negociarse a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), en tanto que el 25% restante será de libre disponibilidad«.

También indicó que «los sujetos que adhieran al presente Programa, y que les resulte aplicable, deberán liquidar las divisas que ingresen a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), en los términos y condiciones que establezca la normativa complementaria, no pudiendo superar dicho plazo el 30 de septiembre» próximo.

Efecto de la sequía

El objetivo que persigue la reinstalación del PIE es dotar de materia prima al complejo sojero, fuertemente afectado por la sequía. Entre sus considerandos, el decreto mencionó que la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) publicó recientemente que la molienda de soja en el primer cuatrimestre de la campaña es la más baja desde 2007 y 2008, mientras que la capacidad ociosa de la industria se muestra en ascenso.

También remarcó que esta baja de molienda genera problemas de cumplimiento de contratos de exportación del primer complejo exportador del país y además pone en riesgo el empleo industrial, sustentado en el reclamo y preocupación presentados por los sindicatos aceiteros.

En consecuencia, señaló que «se considera pertinente restablecer el Programa», porque además «es necesario continuar la implementación de políticas que tiendan al fortalecimiento de las reservas del Banco Central, estimulando la generación de ingresos genuinos del Estado nacional, producto de la exportación de mercaderías con baja incidencia en las cadenas de valor de abastecimiento interno«.

De hecho, el informe de la entidad bursátil, desde abril hasta la fecha el procesamiento de soja totalizó 11,9 millones de toneladas, la marca más baja desde la campaña 2007/08, cuando el crushing se ubicó en 11,5 millones de toneladas.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario en base a datos existentes hasta el 23 de agosto pasado, en el mercado local quedarían por comercializar poco menos de 7 millones de toneladas de soja de la campaña 2022/23.

Al sumar a este último volumen la mercadería ya comercializada con precio por fijar, la oferta total se ubicaría en torno a 11 millones de toneladas de soja.