Por Marcelo Chibotta

Las recientes declaraciones del ministro de Hacienda de la Nación, Alfonso Prat Gay, no pasaron desapercibidas para nadie, específicamente cuando les pidió “perdón” a los empresarios españoles al afirmar que el gobierno anterior cometió “abusos de todo tipo”, mientras se lamentaba por la expropiación del 51 % de las acciones de YPF.

Debido a ello, Conclusión conversó con Esteban Guida, que es licenciado en economía y participa en la constitución de la Fundación Pueblos del Sur abocada principalmente al estudio de cuestiones económicas.

Al ser consultado sobre las consideraciones de Prat Gay, Guida afirmó: “Con esto, el gobierno sale a decir cosas que tienen poco que ver con la dignidad y es preocupante por dos motivos. El primero porque se está reflejando una gran debilidad por parte del gobierno porque si hay una actitud muy condescendiente con un grupo empresario que tiene una mala reputación por haber hecho negocios sin invertir, es porque hay una necesidad imperiosa que esas inversiones extranjeras que se prometió, vengan a costa de nada. Y la segunda cuestión es que preocupa porque no queda claro qué interés está defendiendo el ministro de Hacienda, se sabe que ha participado profesionalmente y también desde el gobierno para otros intereses empresarios y corporativos que no son los de la Argentina”.

“El ministro hace una puntual referencia a la nacionalización de YPF, y si observamos esto en términos económicos y no político-partidarios, vemos que Repsol tuvo ganancias por 41.000 millones de pesos, mientras estuvo en el país, y remitió al exterior 47.000 millones de pesos. Haber enviado más de la ganancia que tuvo, hablaba de la actitud de vaciamiento de la empresa y de falta de compromiso con la inversión por parte del capital español”, expuso el economista rosarino.

Más adelante, añadió que “todos esperamos que otras empresas del extranjero vengan a invertir a la Argentina, que traigan inversiones directas, pero no a cualquier condición. El pedido de perdón casi obsceno de Prat Gay permitiría que se vuelvan a hacer inversiones en el país sin ningún tipo de condición en defensaGuida Esteban -1 Salvador del interés nacional”.

Seguidamente, Guida consideró que la afirmación del ministro de Hacienda de la nación “es una declaración muy preocupante y sospechosa, po
rque no tiene ninguna necesidad de hacerlo así, ya que de esa manera exhibe una debilidad que trae aparejada una condescendencia que no tiene nada que ver con los intereses nacionales y no ofrece ni mínimamente una conducta defensiva”.

“Hay empresas españolas que están trabajando en Argentina y han tenido ganancias extraordinarias como por ejemplo bancos que sabemos que están ganando mucho, o Telefónica, o empresas de servicios que tienen ganancias que superan ampliamente las que se tienen en otras economías. No es que Argentina las haya tratado mal, puede haber sido porque durante el último gobierno se vieron obstaculizadas y condicionadas para remitir al exterior los dividendos”, concluyó sobre la cuestión.

Más allá de lo enunciado por el responsable de la cartera económica, Guida fue más allá y posó su mirada sobre el desempeño económico del gobierno nacional: “Lo veo sin rumbo claro, sin una estrategia de crecimiento sólido. Han confiado en el sector externo, en el ingreso de inversiones extranjeras, pero el contexto internacional no es favorable ni por el precio de las commodities, ni por el comercio mundial, ni tampoco por la tasa de interés que están pagando en otras economías”.

“Esta ausencia de inversión real, directa, genera dudas acerca de cómo el país va a salir de la depresión que ingresó a través de medidas restrictivas tanto para el mercado interno como para la economía monetaria. Entonces, esa duda que creo que a medida que pasan los días se va consolidando, también se manifiesta en otras políticas que está proponiendo el gobierno que salen de esa supuesta lógica como esta cuestión del pago a los jubilados. Es correcto que se salde la deuda con un sector que tiene en los últimos años porque cambia esa política restrictiva y empieza a pensar que el mercado interno no puede estrangularse, porque si la economía depende exclusivamente de la dinámica externa, no va a salir en el corto plazo”, sentenció.

Guida también indicó que “a esto se le puede agregar la cuestión del blanqueo que es el llamado de la necesidad, con muchos ribetes políticos y con un alto costo social. Pero cada día que pasa, hay más dudas por cuestiones que ya estaban antes de la asunción del nuevo gobierno como el problema en la economía internacional en cuanto a las tasas de créditos internacionales”.

“Pero si la economía argentina no es una economía en crecimiento, no es dinámica, y no tiene un mercado interno sólido, difícilmente las empresas puedan venir a invertir por más que se les conceda la reducción del costo laboral y ventajas impositivas. Si no hay mercado interno, no hay economía dinámica y hay conflicto”, advirtió el especialista en economía.

— ¿Cómo incide entonces la situGuida Esteban -2 Salvadoración internacional en la economía nacional, independientemente de las decisiones que pueda tomar el gobierno?

— El ingreso genuino desde el punto de vista comercial siempre es la diferencia entre las cosas que se venden y se compran. Ahora, si el resto del mundo no compra y Brasil que es nuestro principal cliente está en una economía deprimida, tenemos un problema de ingreso. Y el problema no es sólo por la cantidad, sino también por el precio, porque las cosas que les vendemos al  mundo bajan. Por precio o por cantidad, el comercio externo argentino tiene un horizonte negativo, o de no recuperación como lo está esperando el gobierno. Y por otro lado, en el mundo hay una tirantez financiera que hace que los capitales que Argentina está esperando decidan ir a otros lugares y esto, por supuesto, afecta el financiamiento. Como podemos ver, aunque Argentina haya hablado con una parte de los fondos buitre, sigue pagando tasas de interés altísimas de entre un 7 y un 9 por ciento que no nos saca de una situación de insolvencia y nos falta capacidad de pago en el futuro.

— Dadas todas estas condiciones ¿hay alternativas a las que el gobierno podría acudir para remediar los problemas por los que atraviesa el país?

— Ahí tengo una posición fuerte porque no creo cuando se dice que no había otra opción. Es más, no creo en la posición de Prat Gay, en cuanto hay que ajustar los impuestos, ser eficientes para crecer y recién después volver al equilibrio social y distributivo. Es más, creo que si bien con ajuste, hay que dinamizar el mercado interno. La gran salida en una economía mundial con guerra de monedas o problemas comerciales, es no dejar que se deprima el mercado interno. Y esto por supuesto que tiene un costo fiscal y puede generar presión inflacionaria, pero hay una alternativa que hay que encontrar políticamente, porque de otra manera estamos cortando el hilo por lo más delgado. Parecía que la Argentina iba a estallar en mil pedazos en diciembre de 2015, pero yo no creo que esa haya sido la alternativa. Me parece que siempre es posible hacer ajustes en la economía sin la necesidad de que grandes sectores de la población salgan del mercado o queden totalmente marginados. Para ser más precisos, hay alternativas y es siempre no dejar que se caiga el mercado interno como está sucediendo. El consumo está cayendo, las altas tasas de interés que paga el Banco Central quitan dinero de la economía, el sector público se está retirando de la actividad, no se está incentivando la inversión de las Pymes… Creo que la alternativa a este modelo es la que pone el énfasis en el desarrollo del mercado interno hasta tanto el mercado internacional vuelva a tener una dinámica que nos permita ser más competitivos y más eficientes.

— Si desde su punto de vista eso es lo que hay que hacer ¿por qué el gobierno toma las medidas que está tomando?

— Desde el punto de vista que todo tiene un costo en la vida y en una sociedad en la que hay un sector muy pudiente, si uno quiere equilibrar el nivel de vida o los esfuerzos que hace una comunidad para enfrentar las vicisitudes del mercado interno, alguien tiene que hacer un sacrificio mayor que otros, y ahí está la política. Este gobierno se lo está pidiendo a los grasas, como le llaman a los sectores trabajadores e inclusive a la clase media, porque está diciendo que tiene que hacer el esfuerzo, por ejemplo no comprar celulares, no irse de vacaciones, hacer ajustes o no prender la estufa. Desde mi perspectiva, el esfuerzo tendrían que hacerlo proporcionalmente más, los que más tienen, esa es un poco la definición política. Éste es un gobierno que está conformado por personas que representan intereses de los más ricos y que tradicionalmente han tenido una actitud de hacer las cosas a costa del resto. En Argentina no creo que sea políticamente sostenible mantener a rajatablas esa actitud y además con una falta de tacto político grave. Ni Macri ni sus funcionarios tienen la necesidad de ser despectivos con el resto de la comunidad argentina, no es cierto que todos estén haciendo un sacrificio. Hay sectores que están ganando muy fuerte y con medidas de política económica que está llevando adelante este gobierno. No estamos repartiendo los costos de este supuesto arreglo entre toda la comunidad, sino que por el contrario lo están pagando más fuertemente los sectores de más bajos recursos.

Fotos: Salvador Hamoui