Tierra del Fuego es el polo responsable de abastecer cerca del 90% de los bienes electrónicos de consumo que se comercializan en todo el país. Pero la caída de la demanda ha sido muy fuerte en esa zona del país.

Las principales marcas trabajan con una meta de producción 35% por debajo del registro del año pasado, como ocurre en el caso de los televisores. Las líneas de producción más golpeadas son televisores, aires acondicionados y celulares.

Como ejemplo, BGH aplicó un plan de suspensión de su producción en la planta de Río Grande hasta el 18 de abril y que afectará a 830 empleados, que cobrarán el 70% de sus sueldos. Brighstar es otra de las que redujo las jornadas de trabajo en marzo y evalúa hacer lo mismo en abril.

Según informó Iprofesional, hay más de medio millón de televisores descansando en los depósitos.

Cuando se junta tanto stock, las líneas de producción automáticamente se frenan o trabajan muy por debajo de la capacidad real. Pero hay que pagar salarios. Para eso las marcas recurren al financiamiento, con tasas de interés impagables.

El año pasado se produjeron entre las plantas de Ushuaia y Río Grande unas 3,3 millones de unidades, 100.000 más que en 2017, básicamente por el efecto Mundial. Sin embargo, tras este evento deportivo sobrevino la crisis, provocando un desplome de las ventas minoristas, que dejó medio millón de equipos que hoy es un lastre para las marcas.

La meta que manejan en el sector es fabricar apenas 2,2 millones de unidades. Representa 1,1 millón menos que en 2018.

Los niveles con los que está operando la provincia están muy en sintonía con el promedio general de la industria, que en enero registró un uso de la capacidad que fue la peor en 17 años. Es decir, la más baja desde 2002.

En el caso de los teléfonos, que es el dispositivo que mueve el mayor volumen, las marcas prevén producir apenas 7,5 millones de unidades a lo largo del año. En 2018, se llegaron a fabricar 8 millones de dispositivos. Es decir, la meta que trazaron apunta a que el sector podría sufrir una caída de medio millón de equipos.

Para ponerlo en contexto, en 2012, cuando se logró el pico de demanda, el polo fueguino había alcanzado la marca histórica de 14 millones de unidades.

De modo que, si se confirma el objetivo previsto para este año, el volumen se estaría ubicando un 50% por debajo del récord. Pero hay un dato más preocupante: se trataría del registro más flojo en casi una década: habría que retroceder hasta 2010 para observar un número más bajo.

La estimación de consenso es de producir apenas 850.000 equipos de aire acondicionado. No sólo representa 1 millón menos que el período anterior sino que se trataría del registro más negativo desde que Tierra del Fuego fuera relanzada, allá por 2009.

Las plantas redujeron la jornada laboral desde 200 a 140 horas por mes. Además, están habilitadas a suspender la producción hasta 90 días, siempre que abonen el 70% del salario neto.