Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires

La previa a la sesión del jueves, preanunciaba el desenlace que tuvo tras el intento de aprobar la denominada ley de reforma previsional. Muchos fueron lo diputados que fijaron posición poco antes del inicio de la polémica sesión, que fracasó por carecer de quorum reglamentario para sancionar el proyecto aprobado por el Senado y que supuestamente contaba con el aval de la mayoría de los gobernadores. Quien ya se había manifestado en contra de la iniciativa fue el puntano Alberto Rodrígues Saa en el Salón Azul del Congreso ante ministros y pares.

La represión comenzó mucho antes de que los legisladores ocuparan sus bancas en el recinto, el acercamiento innecesario de un camión de gendarmería al vallado que acompañado por una cuarentena de gendarmes ladeandolo. La reacción no se hizo esperar. Los manifestantes tomaron como una provocación la proximidad del vehículo y comenzaron a tirar botellas de plásticas conteniendo agua.

La diputada del Frente Renovador, Mirta Tundis, explicó a Conclusión que entre las modificaciones «más graves está la de cambiar la fórmula de movilidad jubilatoria», para efectuar una actualización de «las jubilaciones y las asignaciones, que se ajustarían por la inflación desechando la actual Ley de Movilidad» y evaluó que «estamos como antes del intento de aprobar la ley de reforma previsional el jueves pasado».

Para la referente de los jubilados, «nada cambiará, porque se intentará aprobar el mismo proyecto que remitió el Senado a la Cámara baja de reforma previsional».

En relación al bono anunciado por el Ejecutivo, que pretende recomponer haberes, Tundis dijo «el bono compensatorio es un parche que no arregla nada» y agregó que «dar un bono a fin de año es bárbaro, pero es compensar lo que le quitan en marzo al que cobra menos de diez mil pesos, como si el que cobra 15.000 fuese un potentado».

«Además no modifica la cuestión de fondo, que es la fórmula, pero nunca van a recuperar lo que perdieron porque ya está devaluado el haber”, expresó y graficó que «con la fórmula vigente el haber mínimo iría a 8.300 pesos, terminarían 2018 cobrando 8.900 pesos; pero con la nueva comienzan en 7.664 pesos y con aumentos trimestrales terminan en 8.600», precisó Mirta Tundis.

Según la legisladora, el proyecto contiene «una fórmula combinada entre la inflación y el índice Ripte (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables)», que «no sirve». Porque medir por inflación y por Ripte que es el 30 por ciento y el 70 de inflación a un jubilado que cobra entre 7 mil y 10 mil pesos, es irrisorio. Si acomodas los haberes de acuerdo al costo de vida que tiene un jubilado, es entendible que le apliques por inflación pero no sobre la mitad de lo que necesita para vivir», aclaró Tundis.

En números, aportó la diputada que fue presidenta de la comisión de Previsión y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, que «hoy son más de 3 millones de jubilados los que cobran el haber mínimo de 7200 pesos, más de 5 millones perciben montos por debajo de los 15.000 pesos, mientras que la canasta básica alimenticia supera los 16.000 mensuales. El costo de alimentación, medicamentos y transporte para un jubilado es muy alto», manifestó.

Mira el video y escuchá el diálogo que Conclusión sostuvo con la diputada Mirta Tundis: