La profundidad de la recesión por la que atraviesa la economía es a esta altura insondable y uno de los indicadores que muestran a las claras esta realidad es el consumo privado, que bajará en el primer semestre cerca de un 5,8% interanual en términos reales, mientras que el masivo caería un 3,9%, producto del descenso del 7,6% en el poder adquisitivo del salario.

Estos datos fueron calculados por la consultora Fundación Capital, la cual indicó que esta retracción responde a la evolución de los salarios, que siguen cotizando por debajo de la inflación, lo que se suma al incremento en la tasa de desempleo, publicado días atrás por el Indec.

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De cara a la segunda parte del año, la consultora sostuvo que “si bien todos los perceptores de ingresos volverían a mostrar una mejora en el poder de compra, ésta será moderada”.

“Los $80.000 millones que representan los mayores ingresos de los perceptores de la seguridad social en la segunda parte del año representarán un 0,6% del consumo privado”, señalaron.

En tanto, “el salario real de los trabajadores del sector privado, ascendería un 4,2% anual en la segunda mitad de 2019, en línea con los aumentos paritarios que impactarían a partir del tercer trimestre”, añadió.

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Así, la masa salarial se retraería en el año un 1,7% interanual. Para la Fundación Capital, “los asalariados públicos serán los que más perderán (-7,6%), en línea con la reducción del gasto primario en términos reales”.

Al mismo tiempo, “los asalariados privados verificarán una contracción de la masa salarial del 1,5% interanual, mientras los que reciben ingresos de la seguridad social quedarán prácticamente empardados con la inflación (-0,4% interanual)”.

“Esto implicaría una baja anual del consumo privado en el año del 2,4% y del 1,2% para el consumo masivo”, con lo cual se dará la particularidad de que “2019 sería el primer año electoral en al menos una década en registrar una dinámica negativa en el consumo”.

Durante 2018 la masa salarial se redujo un 4,9% interanual, tras la escalada inflacionaria derivada de la megadevaluación, y posteriormente al actual escenario recesivo: el PBI se redujo un 2,5% y más del 3% en términos «per cápita» el año que pasado.

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Respecto a las negociacones paritarias venideras, el informe de Capital expuso que “los gremios buscarán no sólo no volver a perder contra la inflación, sino también recuperar parte de la fuerte caída en el poder adquisitivo del año pasado”.

“Mientras las autoridades descartaron la posibilidad de cláusulas gatillo y apuestan a revisiones salariales semestrales, desde los sindicatos esperan lograr un ajuste automático por inflación o bien acordar renovaciones más cortas”, agregó la publicación.