La economía argentina caerá 1,8% este año, ya que las políticas del gobierno tienen un «costo mayor al previsto», pero registrará un crecimiento de 2,8% durante 2017, de acuerdo con estimaciones del FMI que se difundieron hoy.

En abril último el Fondo Monetario había pronosticado que el PBI argentino caería 1% en 2016, pero revisó ese porcentaje a la baja, en el informe «Perspectivas Económicas Mundiales», que se difundió este martes en Washington y repercutió rápidamente aquí.

Por medio de ese documento, el FMI elogió «la importante y muy necesitada transición hacia un marco de políticas económicas más consistente y sostenible» en la Argentina.

Pero advirtió que la política del presidente Mauricio Macri ha «probado ser más costosa de lo previsto», por lo que rebajó su proyección de crecimiento del país.

«Argentina ha comenzado una importante y muy necesaria transición hacia un marco de política económica más consistente y sostenible», según el reporte del organismo crediticio.

A través de ese documento, el Fondo estimó que el crecimiento argentino «se afianzará» a partir de 2017, con una inflación a la baja.

Con respecto a este último punto, el FMI vaticinó que la inflación será de 23,2% en 2017, muy por encima de las proyecciones del Banco Central (que la ubicó en entre 12 y 17%).

También, el organismo que la desocupación se ubique en 9,2% a diciembre de este año, para bajar al 8,5% en el próximo. En cambio, proyectó un aumento en el déficit de la cuenta corriente, que pasaría de un rojo equivalente a 2,3% del PBI en 2016 a 3,2% en 2017.

El Fondo Monetario brindó también sus proyecciones a nivel regional: estimó que la economía latinoamericana caerá 0,6% este año, pero crecerá 1,6% el que viene.

«La actividad económica en América Latina y el Caribe sigue disminuyendo de velocidad», señaló el informe.