El Índice de Precios al Consumidor de la Fundación Libertad y Progreso (IPC-LyP) de febrero arrojó un aumento de 4% mensual. El número representa una leve aceleración en la tasa de inflación respecto al dato que brindó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) correspondiente al primer mes del año.

Según el estudio, los aumentos más sensibles se observaron en alimentos y bebidas, con subas de hasta 6%, e indumentaria, con un alza de 6,7%.

La principal alarma se enciende a raíz de la estacionalidad del mes medido en esta oportunidad, ya que habitualmente registra subas menores a las de los meses previos. Esto -sostiene el informe- da muestra de un creciente dinamismo en los precios al consumidor.

Siguiendo los datos del IPC-LyP, en el primer bimestre de 2022 los precios subieron 8%. Esto significaría que solo en dos meses se alcanzó un incremento equivalente a un cuarto de la inflación prevista para todo el año en el Presupuesto 2022 que había presentado en Ejecutivo nacional.

El informe -al que accedió Conclusión– apunta además que con esta suba, la inflación interanual llega a 51,3% y acumula nueve meses consecutivos con aumentos por encima del 50%. Un punto a tener presente es que estos incrementos se dan cuando aún no ha habido ajustes sustantivos en las tarifas de servicios públicos ni en el tipo de cambio.

Gráfico: Fundación Libertad y Progreso

Ante este cuadro de situación, el economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, alertó que «a partir de marzo es probable que se vea una aceleración aún mayor en la inflación», debido a que «ya se anunció una suba con un piso mínimo del 20% para las tarifas de gas, pero que podría llegar para algunos usuarios a más de 200%» y «a esto hay que sumarle los ajustes en los alquileres, que superarán el 50%; colegios y prepagas».

«Esto refleja una aceleración importante de la inflación. Además todavía tenemos al tipo de cambio mayorista corriendo lento comparado con la inflación, subiendo apenas 2,2% en febrero. A la hora de ajustar realmente el ‘crawling peg’ (ritmo de devaluación) y los demás precios relativos, los números inflacionarios que observamos serán mayores», completó.