La cosecha de soja de la campaña agrícola 2015-2016 trepará a 59 millones de toneladas de granos, estimó hoy la Bolsa de Comercio de Rosario.

La entidad tomó un área implantada de 20,3 millones de hectáreas, rindes promedio de 3.030 kilos por hectárea y una pérdida de 800 mil hectáreas sin cosechar.

En maíz, en tanto, llegaría a 24,5 millones de toneladas desde una superficie cosechada de 3,25 millones de hectáreas y rindes de 7520 kilos por hectárea, ligeramente por debajo del promedio del año pasado.

Así lo consignó el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la BCR que indicó que «otra vez» un «febrero» con «récord de lluvias».

GEA sostuvo que «pese al intenso estrés del verano, se marca una tendencia ascendente en la producción unitaria, lo que puede pronunciarse con las labores de cosecha de las próximas semanas».

Los técnicos analizaron que «algo que puede pasar cada 50 años, terminó sucediendo en dos años consecutivos: lluvias muy por encima de lo normal en febrero del 2015 y en febrero de 2016».

«En este año, los registros volvieron a mostrar los máximos niveles de agua recibidos. Y se repite el escenario del año pasado: muchas hectáreas perdidas, serios problemas para la logística de salida del grano del campo, pero altas marcas de rindes», precisaron.

Ocurre que después del estrés termo hídrico, también para competir entre los máximos por persistencia y por altísimas temperaturas mínimas, llegó en forma violenta la recuperación de los niveles hídricos.

De entre varias regiones afectadas por las extensas lluvias convectivas, en este año es la provincia de Santa Fe la que estuvo jaqueada por los registros de lluvias de febrero con máximos de 300 a 350 mm en el centro y sur de la provincia que «plantean serios problemas de logística ante la inminente cosecha».

«También Córdoba se ha visto muy afectada; allí estarían comprometidas unas 250 mil hectáreas de soja que podrían no ser recolectadas por los excesos hídricos. Santa Fe podría sumar 110 mil hectáreas. Buenos aires también está muy afectada en algunas regiones, con lo cual, a nivel país, las pérdidas estarían en el orden de 800 mil hectáreas de soja», dijeron.

No obstante, se afianzó el escenario de alta productividad de la oleaginosa ya que las zonas no perjudicadas de Santa Fe, Córdoba y el oeste bonaerense se aproximan a los máximos rindes históricos y compensarían las reducciones por superficie.

«Por lo tanto, teniendo en cuenta un rinde nacional promedio de 3030 kilos de soja por hectárea, apenas tres décimas de quintal más que en el informe anterior, la producción de soja se estima en 59 millones de toneladas», añadieron.

El informe puntualizó que «también el maíz se consolida con mejoras en los rindes, pese a que suma lotes que no ingresarían al circuito comercial. La estimación de producción asciende a 24,5 millones de tonelada.

Se afirman las expectativas de rendimiento en las siguientes provincias: Santa Fe está muy próxima a los 9200 kilos por hectárea en promedio; Córdoba subiría un quintal y medio a 8530 kilos por hectárea y Buenos Aires aumentaría casi 1 quintal para promediar 7810 kilo.

En tanto, los especialistas de GEA realizaron ajustes en el «hectareaje perdido», y en la superficie total sembrada por lo que quedarían un millón de hectáreas por fuera de la cosecha a
comercializar de maíz.