El día martes por la tarde, representantes diferentes organizaciones sociales estuvieron reunidos durante algunas horas con el titular de la cartera de Desarrollo Social de la Provincia de Santa Fe, Danilo Capitani, con el fin de solicitarle mayor contención en lo que respecta a alimentos para las personas necesitadas de los barrios, a la par del pedido concreto de puestos de trabajo para los desocupados y aquellos que quedaron sin posibilidad de trabajar en el período de pandemia.
Este encuentro es uno más de una serie de reuniones que vienen teniendo con diferentes funcionarios estatales, en el intento de hacer frente a una situación económica que apremia en las periferias y que, ellos entienden, debe ser atendida de forma urgente.
Uno de los referentes de estos movimientos sociales es Eduardo Del Monte, quien en diálogo con Conclusión expresó que este encuentro se da en la continuidad de un planteo a las autoridades, tanto municipales, provinciales como nacionales, respecto a «la situación que se vive en Rosario, agravada por la situación que hay de violencia que hay en los barrios».
«Se ha reconocido que Rosario está en una situación muy grave y las organizaciones lo sufrimos más que nadie», amplió.
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El representante de la Corriente Clasista y Combativa en la ciudad mencionó que junto a otras organizaciones se hicieron presentes en la sede de Gobierno para «obtener respuestas para los compañeros que están esperando tener la posibilidad de trabajar en algo que les permita subsistir».
«Hay mucha gente que ha quedado sin laburo en el último año de la pandemia, venimos de 4 años de una mini década infame de Macri, por lo tanto venimos de una situación muy difícil que requiere medidas profundas y, en una economía tan rica como la argentina, un país que tiene un gran producto interno y acá en Rosario en particular, vemos como pasan las cosechas récords y como esa plata y esa comida se va a afuera y no queda acá, la embolsan grandes terratenientes y los bancos«, agregó Del Monte.
En relación a la reunión con Capitani, el trabajador social dijo que valoran que el ministro los «haya atendido» y que en los distintos niveles de gobierno provincial encontraron «disposición al diálogo».
Rumbo real y «utopías»
Desde las organizaciones que trabajan en los barrios creen que «lo que hay definir es el rumbo, si se va a seguir como estamos (donde unos pocos hacen fortunas y hay 500 mil personas que están en la pobreza, hay 75 mil personas que no tienen trabajo, más de 50 mil familias que no tienen vivienda propia), si se van abordar esos problemas o si se va a seguir abriendo la mano un poquito acá otro poquito por allá«.
Consultado sobre la posibilidad de que los organismos provinciales desarrollen proyectos de trabajo, Del Monte apuntó: «En realidad no hay propuestas de trabajo firmes de parte del gobierno provincial. Hemos discutido mucho lo alimentario, que es un caso urgente».
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Los planes sociales y su transformación en puestos laborales, ha sido un tema que estuvo muy latente en estos últimos días, pero su trasfondo estructural lleva años. A lo que el referente de la CCC dijo: «Desde las organizaciones sociales siempre hemos reclamado trabajo genuino y que los gobiernos garanticen el derecho a trabajar en condiciones dignas, como establece la Constitución. Los funcionarios, cuando les pedimos esto, nos miran como diciendo ‘es una utopía‘».
«Algunos en algún momento contestan con planes, que nosotros creemos que hay que llegar al conjunto de la población que no tiene trabajo, llegar con algún tipo de plan que permita que la gente trabaje, marchando al trabajo genuino, lo que implica generar construcción de viviendas populares masivas, ir viendo el tema de la tierra para poder ir abriendo fuentes de trabajo en el origen y que se destinen los fondos que el Estado larga a través de planes y el IFE. Mientras tanto, los planes son necesarios. Nos preocupa lo que dice el ministro Zavaleta de que no va a haber más planes, ¿que le decimos a los 75 mil desocupados que hay en Rosario?«, explicó.
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Son varias generaciones las que vienen sufriendo la falta de decisión política en lo que respecta a la inserción laboral de las personas que más necesitan un trabajo digno.
Para el representante de la CCC esto se debe a que «acá tenemos un modelo productivo que expulsa a la gente de las provincias de origen y las acomoda en ciudades como éstas, pero en las peores condiciones. Acá si no se vuelve a un modelo industrialista que permita que la gente tenga laburo (y que las capacitaciones apunten a eso) y no se aborda el problema de fondo del trabajo, va a ser muy difícil salir de esa situación».
Y concluyó: «Lo que hace falta es un cambio de rumbo. Mientras tanto vamos a tener que seguir administrando la miseria mientras las vacas sagradas no se tocan y con eso se va a seguir alimentando el narcotráfico y una economía ilegal que hace que la gente lo sufra más».
