Por Aldo Battisacco –  Enviado especial a Buenos Aires 

El analista y Magister de Temas Económicos y Geopolíticos, Carlos Andrés Ortiz, dialogó con Conclusión y expresó que ve la situación económica del país complicada por «los cuatro años nefastos de administración del neoliberalismo y el impacto de la pandemia, que postergó a Argentina, a una caída que en la media de caída de otras naciones del mundo».

Ortiz entiende que existen alternativas para impulsar a Argentina por la senda de crecimiento, reactivar la economía y el empleo, y para ello se imponen varias iniciativas, a pluma alzada sin orden predeterminado, las que sin duda podrán completarse con otras.

«Algunas, como las de construcciones de viviendas, ya se han comenzado. Se tuvieron en cuenta acciones que sean fuertes demandantes de mano de obra, a la vez que las mismas tendrán efectos positivos en lo social, en lo económico y en lo estratégico, al mejorar la infraestructura en general y propender a la muy necesaria reindustrialización, tratando de dar prioridad a todo el extenso territorio por fuera del hiper poblado AMBA».

El misionero caracterizó el mal endémico que padece Argentina, cuando los proyectos de Gobierno impulsan a los provincianos a migrar a los grandes centros urbanos, producto de medidas que los expulsa de la economía formal en sus lugares de origen: «Para evitar que siga operando como polo desmesurado de concentración humana y de las actividades con mayores efectos multiplicadores, como las industriales y las tecnológicas, propendiendo a su difusión y fortalecimiento a lo largo y ancho de nuestra superficie nacional», analizó el especialista. . 

«Se debe exigir que las inversiones en equipamiento de las empresas deban ser de industria argentina, dando para ello facilidades financieras y exenciones impositivas, con preferente importancia a estimular las producciones nacionales de equipamientos pesados y de mediana o gran complejidad tecnológica», dando así lugar a la promoción y el compre argentino.

Entre otras iniciativas subrayó la importancia del recupero de la red ferroviaria y la construcción de nuevos ramales que «evite el diseño de embudo convergente hacia el AMBA, como lo era antes, es decir, reconstruir las trazas ferroviarias utilizando una sola trocha en todo el territorio, para facilitar las interconexiones» al tiempo que agregó que tanto China como Rusia podrían sumarse y también que «el equipamiento, puede ser de industria nacional, como los rieles, vagones, material eléctrico y electrónico u otros. Si los pagos se pudieran acordar en grandes volúmenes de materias primas, preferentemente con semi o total elaboración, eso tendrá un doble efecto multiplicador, pues las compras hechas por el Estado se pagarán en moneda nacional, incentivando las diversas producciones provinciales, y se evitará tener que gastar las escasas divisas de las que disponemos».

Otro punto vital en el marco del diálogo con el Magister en Geopolítica, se centró en el «desarrollo de la Hidrovía, estimulándose las construcciones de barcazas y remolcadores, en astilleros ubicados fuera del AMBA. Es de señalar que en su momento Corrientes tuvo astilleros, y en menor escala también Misiones».

La cuestión marítima, que se suma a la navegación fluvial, fue abordada y subrayada por el analista que propuso «refundar ELMA (Empresa Líneas Marítimas Argentinas), para lo cual las construcciones de nuevos buques puede y debe encargarse a los grandes astilleros, hoy casi inactivos, como Río Santiago. Los pagos de fletes marítimos son una sangría enorme de divisas, y una fuente laboral muy importante si se vuelve a nacionalizar la actividad.

También, manejar «el comercio exterior, evitándose las maniobras de sub y sobre facturaciones, además de las retenciones de liquidaciones de divisas, lo cual es un tipo de operaciones que presionan a favor de grupos de poder afines a doctrinas e ideas apátridas».

En materia de transporte, llamó a impulsar la producción «de camiones medianos y pesados, equipos viales y similares; dando prioridad absoluta a ser adquiridos para todas las obras vinculadas con este conjunto de planes de inversiones; para lo cual se implementarán líneas de créditos especiales y facilidades impositivas, de modo de inducir las inversiones hacia equipos nacionales».

No quedó fuera de la agenda de Ortiz, la idea de iniciar «un plan de reequipamiento de las FFAA y FFSS, potenciando y reconstituyendo el complejo tecnológico e industrial de Fabricaciones Militares; a la vez que dar participaciones a empresas productoras de automotores y maquinaria agrícola, para producir al menos tres modelos (liviano, mediano y pesado) de vehículos todo terreno, de diseños simples o readaptaciones de vehículos civiles, que cubran todas las necesidades de esas fuerzas».

Sobre el tema, Carlos Andrés Ortiz, apuntó que será necesario «hacer comprender a los cuadros de uniformados, la importancia de promover la industria argentina, con todo su valor estratégico y económico, no dependiendo de equipamientos e insumos importados. Como ejemplo y citando marcas para mejor precisión, es mejor disponer de varios miles de vehículos tipo Agrale (un todo terreno militar brasileño, más simple y económico que sus similares de EEUU, Rusia o China), pero producidos acá y de marca y/o modelo propio argentino; que unos cientos de Hummer, estos últimos además de altísimos costos operativos. Claro que en todo esto, hay que volver a crear la positiva mística de favorecer y estimular la Industria Argentina, hoy olvidada o degradada, tras años de inculcarse doctrina liberal entre los uniformados y pueblo en general».

Respecto de la materia energética, señaló que «en vez de las ineficientes, no limpias y muy costosas energías solar y eólica»,se deben impulsar «las usinas hidroeléctricas (hay varios proyectos muy factibles, incluso de mediano tamaño), y centrales nucleares.

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