Por Candelaria de la Cruz
Los números no cierran. Las ventas, indican los comerciantes, no paran de bajar y a pesar que evitaron aumentar los precios que venían como consecuencia de la devaluación, el consumo siguió bajando.
En un marco de recesión económica con fuerte caída del consumo, las ventas de electrodomésticos bajaron un 15% en Rosario con respecto al año pasado, y febrero se suma al décimo tercer mes consecutivo en baja.
Datos de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) indican que en 2018 los precios de los electrodomésticos subieron en promedio casi al mismo ritmo de la inflación.
A eso se le suma el encarecimiento del financiamiento (260% para las doce cuotas, mientras que en 6 cuotas es de más de 100 por ciento), y la caída del poder adquisitivo de los salarios por el resto de los aumentos de la economía.
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«Tratamos de no aplicar los precios de la devaluación, pero aún así las ventas no crecieron y lo que se vendió fue a precio de costo y comprado antes de la disparada del dólar. Así que en la próxima compra, en vez de comprar 20, solo podemos comprar 18 y al mismo precio», contó el presidente de la Cámara de Comerciantes en Artefactos para el Hogar, Hernán Calatayud en diálogo con Conclusión.
Por otro lado, este año también se dio un fenómeno tan raro como negativo y es que las ventas de artefactos de refrigeración como los aires acondicionados, no funcionaron como esperaban.»Teníamos todo en contra. Este fue un verano con poco calor y encima no hubo planes buenos que favorezcan las ventas», afirmó Calatayud.
Teniendo en cuenta lo números y la cantidad de meses que el rubro se encuentra en baja, el comerciante remarcó que ven el panorama «con mucha prudencia» y que en ninguna de las empresas «se ve un crecimiento ni apertura».
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«No se vislumbra un futuro positivo y si llegás a tener un pequeño repunte, no vas a tener pequeño repunte, no vas a tener mercadería porque, las fábricas también están cerrando. Todo se esta desacelerando», aseguró.
