Las ventas minoristas pymes cayeron un 27,7 por ciento en julio, en relación al mismo mes del año pasado, un descenso que fue algo amortiguado porque muchas ciudades del interior del país trabajaron con más normalidad que la complicada Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por la pandemia del coronavirus, según informó hoy la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Si bien la caída se sintió tanto en la modalidad online como en locales físicos, muchas ciudades del interior trabajaron con mayor normalidad, porque fueron pasando de fase en la cuarentena y eso ayudó a que la baja no fuera tan brusca. En la región AMBA, la más complicada por el Covid-19 y donde aún no se abrieron la cantidad de comercios que en muchos lugares del interior del país, la caída llegó al 36,3 por ciento contra 13,7% del resto de la Argentina.

«Las cantidades vendidas por los comercios minoristas descendieron 27,7% en julio frente a igual mes de 2019, medidas en cantidades. Tras más de 130 días de cuarentena, algunas ciudades del interior del país, sin casos de Covid-19, normalizaron sus actividades comerciales hasta el límite que permiten los protocolos que hay que cumplir, aunque afecten la eficiencia en la producción y las ventas», precisó la Confederación.

Todos los rubros medidos finalizaron en baja afectados por la disminución en los ingresos, la menor circulación de gente en las calles, y las menores posibilidades de empleo en un contexto donde muchos negocios están cerrando sus puertas al no poder sostener sus gastos fijos.

Los datos surgieron de la medición de CAME en base a 1.100 comercios de todo el país relevados entre el 30 de junio y el sábado 1 de agosto por un equipo de 30 encuestadores localizados en las capitales del país, el Gran Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

La mayor retracción en las ventas se sintió en el AMBA, donde declinaron 38 por ciento porque las restricciones y controles son más severos, aunque igual se notó una tasa de descenso menor al mes pasado. En el resto del país en cambio, las ventas minoristas bajaron 13,7%.

El ramo con menor retroceso interanual en el mes fue nuevamente Farmacias (-9,4%), siempre medidas en cantidades, donde los locales consultados se mantienen con una actividad de normalización. Claro que no tanto en la zona AMBA donde la caída salta al 14,8%.

El segundo sector con menor descenso fue Alimentos y Bebidas (-14,6%) aunque la disminución es muy importante por lo que significa ese rubro.

«En el caso de la zona AMBA donde las operaciones decrecieron 19,3% anual, la explicación hay que buscarla en el fuerte traslado de ventas hacia los hipermercados, que afectó a la pyme. En el interior del país, la declinación fue más suave, ya que en muchas ciudades los almacenes son más chicos, y en caso de haber supermercados, la gente prioriza mucho comprar en el local de barrio de a cantidades pequeñas», precisó la CAME.

Un ramo que sigue muy afectado por su relevancia en el empleo y la contención social, es Indumentaria: las ventas anuales se redujeron 41,3% para el promedio país y en el AMBA la baja se extiende al 49% porque los locales se mantuvieron mayormente cerrados y lo que movió la actividad fue más que nada la venta virtual. En el interior el achicamiento fue más leve porque las tiendas en general abrieron, pero igualmente la gente compró poco y hubo muchos cierres de comercios.

En idéntica situación aparece Calzado y marroquinería, con una reducción general promedio de 44,9% pero que llega al 67% en la zona AMBA, donde se movió con muy pocas ventas y serios problemas de liquidez.

En el sector esperan un mejor agosto en la medida que se flexibilice la cuarentena, pero también es un hecho que sin ingresos en los hogares será difícil remontar rápido la coyuntura.

Lo mismo ocurrió con el rubro Mueblerías, decoración y textiles para el hogar, ya que las operaciones declinaron 32,1% en el promedio país pero con diferencias bien marcadas: 41% de caída en AMBA y 17,7% en el resto del país.