El acuerdo firmado entre el gobierno y laboratorios establece que el precio de los medicamentos sólo podrá aumentar hasta un 3,8% mensual, desde diciembre de 2022 a marzo 2023. Pero según explicaron desde el Centro de Profesionales Farmacéuticos (Ceprofar) también se previó una cláusula gatillo por la cual, en caso de que la inflación supere el 5% (lo que viene sucediendo), al mes siguiente las empresas podrán aplicar un aumento de hasta un punto por debajo de la medición del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

No obstante, hubo medicamentos de venta libre que aumentaron en enero entre un 7 y un 10% (cremas antiinflamatorias, antimicóticos, digestivos, analgésicos y vitaminas, entre otros productos). Esto se debe a que quedaron excluidos del acuerdo los medicamentos de venta libre, y la regulación de precios solo aplica a medicamentos recetados.

Por otro lado, en medicamentos no existe un acuerdo similar al de los “Precios Justos” que se dan en otros productos, donde se seleccionan algunas marcas y presentaciones, a un precio más conveniente, que se incorporan a un listado: en medicamentos el acuerdo alcanza en forma global a las más de 14 mil presentaciones de remedios recetados. Esto se hizo así para garantizar la libertad de prescripción por parte de los médicos de las distintas marcas, oponiéndose también los laboratorios a seleccionar un listado de marcas y precios más convenientes.