Por Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires.-

El escritor e investigador Luciano Orellano dialogó con Conclusión con el objeto de ampliar información sobre lo que sucede con las exportadoras de cereal en Argentina, cómo inciden en los precios de los productos que los ciudadanos compramos en los supermercado y de qué manera se enriquecieron, en el marco de la transición que concluirá cuando se licite la explotación de la mal llamada «hidrovía».

El autor del libro Argentina sangra por las barrancas de Paraná se remitió a la publicación de los números que aportó la Revista Mercado de junio 2021, en la que da precisiones sobre el “ranking de las 1.000 que más venden” y opinó que «vemos que éstas han tenido un crecimiento exponencial, obsceno, nunca ganaron y crecieron tanto».

Para Orellano, el caso más paradigmático es el caso de AGD -del grupo Urquía-, “la otra Vicentín, que pasó del puesto 7 al puesto 4 del ránking de las 1.000 que más vendieron. Casi duplicó su facturación, llegando a 280.340 millones de pesos. A esto hay que sumarle otras unidades de negocios como Terminal 6, que tuvo una facturación de 24.391 millones de pesos».

Además, refirió que «como si esto fuera poco este grupo, asociado a la empresa norteamericana Bunge, tiene la empresa Guide, y son junto a Molinos Río de La Plata del grupo Pérez Companc y Arcor, los que tienen un peso importantísimo en la formación de los precios en las góndolas. El caso más emblemático es el precio del aceite comestible que nos venden en las góndolas a precio internacional. Los argentinos pagamos el litro de aceite más caro del mundo».

En el mismo sentido amplió: «Este grupo que creció es «la otra Vicentín» y que pactó con la dictadura, tiene puerto propio, aduana, ferrocarril, tierras, con más de 200.000 hectáreas de campos propios o arrendados, que opera con paraísos fiscales, presta servicios de asistencia técnica, provisión de semillas, fertilizantes y agroquímicos a más de 6.000 productores, produce harinas, pellets, aceites vegetales, biodiesel, bioetanol, glicerina refinada. Se dedica también a la explotación agrícola ganadera de comercialización de cereales».

Son las mismas que participaron de la gran estafa a los chacareros y al Estado en el 2008 por 1.500 millones de pesos, lo que fue denunciado por un amplio espectro político en su momento», manifestó.

En nómina, agregó a la francesa Dreyfus «que pasó del puesto 24 al puesto 7, siendo la empresa que más facturó en Argentina. Triplicó su facturación: llegó a 250.600 millones de pesos» y «la estadounidense Cargill, que del puesto 15 ahora está en el puesto 8, casi duplicó su facturación, llegando a 240.782 millones de pesos». Para luego agregar que otra estadounidense, ADM Agro se mantuvo en el puesto 17 con una facturación de 168.101 millones de pesos.

De este lado del charco, mencionó a la empresa Viterra Argentina, ex Glencore, «que pasó del puesto 28 al puesto 21. Esto es Glencore a través de Oleaginosa Moreno, que fueron socios en la estafa a los argentinos con Vicentín a través de su sociedad en la empresa Renova».

El tema no es nuevo, y recordó que el diputado provincial Carlos del Frade, «denunció sobre Vicentín, que veintisiete personas, ocho de ellas directivos de la empresa y diecinueve integrantes del Banco de la Nación y del Banco Central de la República Argentina, entre agosto de 2019 y enero de 2020, a través de 1.418 transferencias bancarias, les robaron al pueblo 791 millones de dólares. Eso ya está comprobado en las causas penales que se mueven en forma paralela al extraño y curioso concurso preventivo de acreedores».

El Estado chino, controla el 20% del comercio exterior de Argentina a través de la firma Cofco, y es tan oscuro que oculta los datos. Es la única empresa que no da ningún dato a la revista Mercado

Entre otras, destacó que el «Estado chino, controla el 20% del comercio exterior de Argentina a través de la firma Cofco, y es tan oscuro que oculta los datos. Es la única empresa que no da ningún dato a la revista Mercado».

Según Orellano, Argentina es desde el punto de vista formal, un país independiente: tenemos Escarapela, Bandera, Himno Nacional, elegimos gobiernos por el voto, pero los dueños verdaderos de la Argentina son estos grupos empresarios poseedores de puertos, territorios, ferrocarriles, aduana propia, industrias, escandalosas ganancias y enormes fortunas con mecanismos por los cuales nunca se alcanzan a conocer a ciencia cierta».

La inflación, menor a la de 2019 (del 53,8%), fue también alta, con un 36%, siendo los rubros más afectados los alimentos y bebidas sin alcohol (42%), recreación y cultura (48%) y prendas de vestir y calzado (60%).

Finalmente, Luciano Orellano dijo que «tenemos una Argentina profundamente desigual, que no nos pertenece, que nos han robado, que nos duele hasta los huesos». Y remató: «Soñamos con descolonizar esta querida patria y que el pueblo alguna vez reine soberano sobre sus riquezas y pueda poseerlas, administrarlas, organizarlas, planificarlas».

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