¿Nuevo golpe al bolsillo? Según las primeras informaciones, todo indicaría que el gobierno planea postergar el aumento de la luz hasta diciembre, lo que posiblemente se reflejaría en una única suba en el verano de 2018, que combine el incremento de noviembre 2017 y febrero 2018.

En febrero pasado, el ministerio de Energía Juan José Aranguren anunció aumentos en las facturas de luz en dos tandas: la primera entre ese mes y marzo, que representó un incremento promedio del 42% en el valor agregado de distribución, y la segunda en noviembre, otro 19%. Sin embargo, el aumento se postergará hasta diciembre, un mes más.

En ese contexto, el ministerio de Energía convocará a una audiencia pública para el mes próximo, que durará un mínimo de entre 5 y 6 semanas entre audiencia y resultados, y que probablemente exceda la duración de noviembre, provocando que el aumento no llegue a concretarse en ese mes y deba ser postergado.

La convocatoria a audiencia pública debe realizarse con tres semanas de antelación, para que se anoten todos los interesados en opinar. Si se publica en el Boletín Oficial desde la próxima semana, la audiencia recién se plasmaría desde mediados de noviembre.

Según lo proyectado en la ley de Presupuesto, los subsidios energéticos bajarán de $ 136.000 millones en 2017 a casi $108.000 en 2018. Y para el año próximo, la proyección del Ejecutivo es que los “privados” desembolsen un 61% del costo mayorista de la energía, lo que colocaría al Estado en una posición en la que abone un 39% del precio de generación eléctrica.

En 2016, los usuarios pagaban un 30% del “costo mayorista eléctrico de la tarifa abonada”, mientras que el 70% restante lo aportaba el Estado. En 2017, tras un el aumento que promedió el 68% entre generación y distribución, la demanda (hogares, empresas) pasó a abonar un 52% de lo que cuesta la luz de sus boletas, o sea que el Estado sigue subsidiando la mitad.